Especial cuidado necesitan las personas mayores de 65 años y es que las medidas de confinamiento pueden inducir a efectos negativos sobre la salud de éstos, en términos de inactividad física, deterioro cognitivo, fragilidad, soledad o afectación del estado emocional.
“La inactividad y la modificación de la dieta han podido agravar las enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes y producir atrofia muscular.
“Además, en el envejecimiento puede estar asociado con la obesidad abdominal, que contribuye de manera importante a la resistencia a la insulina y al síndrome metabólico, que a su vez aumenta el riesgo de numerosas enfermedades crónicas.
“Por lo tanto, el confinamiento podría tener un mayor impacto en las personas de edad avanzada al acelerar el proceso y la aparición de enfermedades relacionadas con la edad. Es relevante que se continúen con sus controles médicos, exámenes diagnósticos y retomar cirugías pospuestas”, dice el doctor Ronald Camilo Gómez Arteaga, médico geriatra de la Clínica del Country.
Para los adultos mayores es clave:
Mantener una alimentación balanceada.
Ingerir frutas bajas en azúcar y verduras.
Ingerir proteína de origen animal y vegetal.
Evitar bebidas azucaradas, repostería, dulces; esto contribuye al aumento de peso y a la descompensación de las enfermedades crónicas.
También, es ideal mantener una buena hidratación. Para cada caso, se debe ajustar la dieta de acuerdo a sus diagnósticos.
Además, es necesario incluir en la rutina diaria diferentes actividades, físicas, como: caminar, hacer bicicleta estática, rutinas de actividad física guiada de forma virtual y ajustadas al adulto mayor etc.
Cognitivas, como: leer, hacer crucigramas o jugar a las cartas.
Lúdicas, como: escuchar música, cantar, ver fotos o vídeos familiares etc.; y creativas como: pintar, hacer manualidades o incluso realizar nuevas recetas de cocina.