<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

No solo son biopolímeros: falsa médica inyectaba cemento en glúteos

Una mezcla compuesta por cemento, aceite mineral, silicona, pegamento tipo Super Glue y sellador de llanta era lo que aplicaba Oneal Ron Morris.

Solo falta la sanción presidencial para que entre en vigencia la Ley 358 de 2022, que busca penalizar con cárcel a médicos y esteticistas que arruinan la salud de las personas con la aplicación de biopolímeros, una serie de sustancias -algunas derivadas del petróleo, otras de origen vegetal y muchas otras de origen sintético- que ha causado daños irreparables.

Con esta ley les podrían dar entre 2 años y 8 meses de cárcel a los esteticistas y desde 5 y hasta 15 años a profesionales de la salud que se atrevan a inyectar biopolímeros.

En nuestro país se conocen casos de figuras públicas con biopolímeros en labios, mentón y, más que todo, en glúteos, una de las partes en las que esta sustancia podría resultar mortal. Y el rostro de la presentadora Jessica Cediel se asocia directamente a la lucha contra este flagelo. Lea: Biopolímeros: una ley encarcelará a quienes arruinen vidas con este “veneno”

Ella, cuando se enteró de la clase de sustancia que tenía en su cuerpo, inició una disputa legal contra Martín Horado Carrillo, quien era el médico de confianza de las celebridades en el país y quien terminó imputado por la Corte Suprema de Justicia, con una condena de 48 meses privado de la libertad, el año pasado.

Si bien usar biopolímeros es una de las prácticas fraudulentas más conocidas en el campo de la cirugía estética en Colombia, en el año 2012 el mundo conoció el caso de una falsa médica, que para aumentar el tamaño de los glúteos de sus pacientes utilizaba una mezcla compuesta por cemento, aceite mineral, silicona, pegamento tipo Super Glue y sellador de llanta.

‘Toxic Tush’, como era conocida Oneal Ron Morris, fue sentenciada a 10 años de prisión en el condado de Broward, Florida. Se declaró culpable de homicidio involuntario por administrar la tóxica mezcla a varias mujeres.

Una de sus víctimas fue Shatarka Nuby, quien perdió la vida a sus 31 años a causa de las prácticas de esta falsa cirujana estética.

Las autoridades conocieron el caso cuando la misma Shatarka envió una carta del departamento de salud de Florida, denunciando deformidades y un oscurecimiento preocupante en sus glúteos.

Esos síntomas eran consecuencia de las diez inyecciones que recibió entre 2007 y 2011 por parte de Oneal Ron Morris, quien se hacía pasar por cirujana estética y prometía mejorar la apariencia de glúteos, caderas, muslos y senos.

Las autoridades iniciaron la investigación y entrevistaron a la víctima. Lamentablemente, cuatro meses después, Shatarka sufrió insuficiencia respiratoria debido a la migración masiva de silicona y murió.

Acusada de homicidio involuntario, Morris fue arrestada en julio de 2012 en su casa en el sur de Florida. Durante su sentencia, no solo negó haber lastimado a alguien con intención, sino también haber aplicado este tipo de sustancias tóxicas en el cuerpo de sus pacientes.

Oneal Ron Morris dejó a sus espaldas muchas víctimas. //Foto: Departamento de policía de Miami Gardens
Oneal Ron Morris dejó a sus espaldas muchas víctimas. //Foto: Departamento de policía de Miami Gardens

Tras un largo proceso judicial, fue condenada por homicidio culposo a 10 años de prisión, junto con 5 más de libertad condicional en el 2017.

Otras víctimas

Shatarka no fue la única víctima de ‘Toxic Tush’. En mayo de 2009, Lournise Linton viajó a un motel en el condado de Broward para aplicarse 22 inyecciones de silicona en cada glúteo. Pagó a Oneal alrededor de 3.500 dólares y el procedimiento duró tan solo unos minutos, pero las complicaciones médicas se extendieron por mucho tiempo.

Un año después de haber recibido la sustancia, padeció problemas respiratorios y luego neumonía. Se le halló una sustancia extraña en los pulmones que le causó infección.

Después de que le inyectaran un cóctel de toxinas, supuestamente le quedaron bultos en las mejillas, una barbilla deforme y el labio superior hinchado”.

Rajee Narinesingh.

Shaquanda Brown, otra de las víctimas, contó a ‘Miami Herald’ que, tras recibir el procedimiento por parte de la supuesta especialista, fue hospitalizada durante un mes e, incluso después de eso, continuó teniendo complicaciones.

Al igual que narraron los familiares de Shatarka en un juicio, Brown aseguró ver un tubo de pegamento, una manguera negra y una aguja durante el retoque estético. Aunque no pudo confirmar su versión, pues Morris le dijo que no mirara, luego de eso contrajo una infección por estafilococos.

A estos casos se suma el de Rajee Narinesingh, quien acudió a la esteticista con la esperanza de aumentar sus labios, mejillas y mentón, sin embargo, denunció que Morris la convirtió en un monstruo.

“Después de que le inyectaran un cóctel de toxinas, supuestamente le quedaron bultos en las mejillas, una barbilla deforme y el labio superior hinchado. Más tarde pagó a un cirujano real para reparar el trabajo fallido”, detalló ‘Daily Mail’.

Rajee Narinesingh.
Rajee Narinesingh.

A la lista de pacientes se suma también Valentina López, de Hallandale Beach, quien tuvo que ingresar al quirófano en siete ocasiones para solucionar los efectos provocados por los procedimientos estéticos de Morris.

Por todas las prácticas fraudulentas que se conocen en el campo de la cirugía estética, es fundamental que las personas que deseen someterse a estos procedimientos investiguen y acudan a profesionales calificados y certificados. Su salud debe ser la máxima prioridad.

Más noticias