Entre los principales consejos que destaca la Organización Mundial de la Salud para combatir la obesidad y exceso de peso están:
Huir del sedentarismo:
La actividad física diaria es fundamental. Caminar o trotar; montar en bicicleta; pasear las mascotas; y subir escaleras en lugar de usar el ascensor son hábitos prácticos que pueden contribuir a una vida más sana.
Comer balanceado:
Es recomendable hacer 4 o 5 ingestas al día para evitar llegar a las comidas principales con hambre excesiva. En estas ingestas se deben consumir alimentos saludables, que aporten vitaminas, minerales y fibra alimentaria, como frutas, lácteos, semillas y bocadillos saludables, entre otros.
Más frutas y verduras:
“Comer al menos 400 g, o cinco porciones de frutas y verduras al día ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética”, explica el doctor Carlos Fernández Newball, asesor médico de Bayer. Los padres enseñan a través del ejemplo, por lo que aprender a cocinar para toda la familia con verduras y hortalizas es un gran paso para un futuro saludable.
Sin excesos de calorías:
Es necesario priorizar los alimentos saludables, frescos y naturales que aportan al cuerpo todos los nutrientes que necesita diariamente. El agua, las infusiones de frutas y el té natural son alternativas saludables. Es preciso limitar la ingesta de bebidas azucaradas, refrescos, alcohol y jugos envasados. El consumo de azúcar libre debe ser menos del 10% de la ingesta calórica total diaria.
No más fritos:
Las grasas saturadas y trans de los alimentos fritos pueden obstruir las arterias, aumentando el riesgo de padecer ataques al corazón y accidentes vasculares cerebrales (ACV). Según la Organización Mundial de la Salud, “la ingesta de grasas saturadas debe representar menos del 10% de la ingesta calórica total, y la ingesta de grasas trans, menos del 1%. Entre las consecuencias más comunes ligadas al sobrepeso y la obesidad se encuentran condiciones no transmisibles como las enfermedades cardiovasculares, que de acuerdo con la Federación Mundial del Corazón, son la causa de muerte más común, alcanzando los 17.9 millones de decesos al año (31% de las muertes totales en el planeta), sobre el cáncer, que cobra 8.2 millones de vidas.