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¡Iba al baño 30 veces al día! Enfermedad la obliga a usar bolsa de ostomía

Los malestares le provocaron tantos vómitos que Katie llegó a pesar cerca de 30 kilos y se pensó que padecía un trastorno alimenticio.

Con solo 14 años, Katie Harpur comenzó a experimentar náuseas y dolores estomacales cada vez que comía. Estos malestares le provocaron tantos vómitos que llegó a pesar cerca de 30 kilos.

En un primer momento, médicos de Irlanda del Norte, de donde es oriunda Katie, asociaron sus síntomas y bajo peso con un posible trastorno alimenticio, pero ella desestimó ese dictamen.

“Solía necesitar ir al baño hasta 30 veces al día y no podía salir y socializar por temor a que no hubiera baños cerca”, recordó la joven. Además tenía dificultades para caminar.

Debido a que sus síntomas no cesaban, en 2014, cuando tenía 16 años, Katie fue internada de urgencia en un hospital local. Allí le realizaron varias pruebas médicas, entre ellas una colonoscopia, cuyos resultados arrojaron su diagnóstico real: enfermedad de Crohn. Lea: 15 de mayo: día mundial para visibilizar tres enfermedades raras

De acuerdo con la Clínica Mayo, la enfermedad de Crohn es una patología intestinal inflamatoria que se provoca por la hinchazón de los tejidos del tracto digestivo, que a su vez puede producir dolor abdominal, diarrea grave, cansancio, pérdida de peso y malnutrición.

Aunque actualmente no hay cura conocida para esta enfermedad, existen terapias que ayudan a reducir sus síntomas e incluso podrían lograr una remisión a largo plazo, es decir, periodos sin síntomas.

Katie contó a Independent que cuando cumplió 21 años debió someterse a un procedimiento en el que los médicos le colocaron una bolsa de ostomía temporal para aliviar los síntomas.

La enfermedad de Crohn puede ser dolorosa y debilitante, y, en algunos casos, puede llevar a complicaciones que pueden poner en riesgo la vida.

Sin embargo, al año siguiente, el dispositivo que funcionaba como recolector de sus heces le provocó complicaciones de salud.

En junio de 2022, con 24 años, decidió instalarse la bolsa nuevamente, de forma permanente, y hasta la fecha le ha funcionado correctamente.

“Ha cambiado mi vida”, aseguró. Y es que ahora puede salir a socializar sin el temor de que no haya baños cercanos.

“Espero que la gente pueda ver mi experiencia y saber que las bolsas de estoma no dan miedo, la mía ha mejorado mucho mi vida y me ha permitido comenzar a disfrutar de la vida nuevamente”, expresó Katie.

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