<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Hipoglucemia, peligrosa si no se corrige a tiempo

Cuando el nivel de azúcar en la sangre es menos de 70 mg/dl, el cuerpo no obtiene la energía necesaria y se presentan una serie de problemas.

El bajo nivel de azúcar en la sangre, conocido como hipoglucemia, es la complicación más frecuente de los pacientes con diabetes y constituye siempre una emergencia.

“Si la hipoglucemia no se trata, puede presentarse un daño neurológico permanente e incluso la muerte”, explica el médico endocrinólogo Luis Fernando Dorado Palacios.

Sus síntomas

Cuando el nivel de azúcar en la sangre es menos de 70 mg/dl, el cuerpo no obtiene la energía necesaria y se presentan una serie de signos y síntomas:

- Inestabilidad.

- Nerviosismo o ansiedad.

- Sudoración.

- Escalofríos.

- Irritabilidad o impaciencia.

- Confusión.

- Latidos cardíacos rápidos.

- Mareo o vértigo.

- Hambre y náuseas.

- Somnolencia.

- Visión borrosa.

- Discapacidad.

- Hormigueo o entumecimiento de los labios o la lengua.

- Dolores de cabeza.

- Debilidad o fatiga, falta de coordinación, convulsiones y/o perder el conocimiento.

Los problemas neurológicos que se dan después de la hipoglucemia no tratada, ocurren dado que el cerebro se priva de suministro de glucosa. “El sistema nervioso central requiere de glucosa para la generación de energía celular, pero tiene reservas sólo para unos pocos minutos y no puede sintetizar glucosa”, continúa el doctor Dorado.

¿Cómo se trata?

Expertos recomiendan seguir la regla del 15x15: Consumir inmediatamente 15 gramos de glucosa o carbohidratos de rápida absorción (azúcar, jugos de caja, gaseosas, etc), esperar durante 15 minutos (en reposo) a que se restablezcan los niveles de glucosa en sangre, y realizar nuevamente la glucometría.

Si el azúcar está por encima de 70 mg/dl consuma un carbohidrato de absorción lenta (yogurt, fruta, galletas, etc). Si el valor de glucosa continua por debajo de 70 mg/dl repita la regla del 15x15.

Se recalca la educación en diabetes en las familias y su entorno. Esto permite al paciente tener un control constante de la dosificación regular de la insulina y la monitorización de la glucemia, además contribuye a que disminuya el riesgo de complicaciones y se prolongue la esperanza de vida de las personas con esta condición.

Más noticias