La ansiedad una de las enfermedades con más prevalencia en el mundo y las previsiones apuntan además que la pandemia va a multiplicar el número de casos, pero un grupo de investigadores consiguió desentrañar, en modelos animales, el mecanismo cerebral que regula este trastorno mental.
Un equipo internacional de investigadores, de la Universidad Autónoma de Madrid y al Collège de France, describió por primera vez cómo una proteína (llamada OTX2) regula el comportamiento nervioso en ratones adultos y ha abierto la puerta para conocer mejor la ansiedad y cómo está regulada en individuos a través de vías hasta ahora desconocidas. (Le puede interesar: Prácticos consejos contra la ansiedad)
Los investigadores subrayan el interés ahora de continuar con estudios que ayuden a entender ese mecanismo de una forma más precisa y de hacer comprobaciones en mamíferos con cerebros más complejos antes de inferir implicaciones en humanos.
El investigador Javier Gilabert observa que la ciencia ya conocía la implicación de esa proteína en procesos de aprendizaje y de plasticidad neuronal y se había observado también que intervenía en la susceptibilidad a padecer comportamientos depresivos. Pero subraya que se desconocía su intervención en la regulación de la ansiedad, y ha explicado que esta proteína podría ser una buena diana terapéutica y facilitar el efecto de muchos fármacos que se están utilizando en la actualidad para el tratamiento de algunos trastornos mentales, pero insiste en la importancia de hacer más estudios en animales superiores. (Lea además: El 51% de los colombianos ha sentido ansiedad durante la pandemia)
Los resultados se lograron mediante estudios en ratones mutantes que fueron sometidos a diferentes pruebas de comportamiento con el fin de determinar su respuesta al ambiente, y junto a esos ensayos los investigadores realizaron estudios genéticos y de tejidos en diferentes áreas del cerebro.
“No conocemos con exactitud el mecanismo por el cual esto sucede, pero sabemos que, de alguna forma, la cantidad de proteína condiciona la respuesta a las situaciones estresantes”, precisó el investigador.
Insiste por ello en la necesidad de avanzar en la investigación y en el tratamiento de este tipo de enfermedades y de normalizar la visita al psicólogo o al psiquiatra “para tratarlas y atajarlas en la medida de lo posible”, y en la importancia de que aumente la conciencia social sobre la importancia de la terapia mental y de que ésta sea accesible a todos los ciudadanos.