Masticar bien la comida en la boca, tragar hacia el esófago, sin forzar, beber agua pausadamente y hacer la digestión con cierto reposo favorecerán la absorción de los nutrientes que se descomponen sistemáticamente en el estómago, duodeno, intestino delgado y grueso, final de trayecto para los deshechos.
En todo este proceso, que empieza cuando se genera el bolo alimenticio, comida masticada con saliva, existe un denominador común, la acción de las enzimas digestivas.
“Son proteínas con funciones específicas en el caso del aparato digestivo. Ayudan a descomponer los alimentos ingeridos hasta conseguir reducirlos a moléculas simples y obtener así para el cuerpo humano su energía a través de la absorción sanguínea”, explica.
Por ejemplo, la enzima alfa amilasa, presente en la saliva, se encarga de ir digiriendo desde el primer mordisco la composición del almidón de las patatas fritas.Dr. Enrique de Madaria
Por su parte, el páncreas, órgano similar a una salchicha, muy oculto dentro del abdomen, genera el jugo pancreático, un líquido con muchísimas y potentísimas enzimas digestivas. Lea aquí: Consejos para evitar la acidez estomacal
“Estos fermentos y proteínas son capaces de digerir cualquier tipo de alimento. Junto a la bilis, hacen maravillas en la descomposición de los alimentos sólidos y líquidos que ingerimos”, resalta.
La vesícula, conocida más porque hemos oído o leído sobre sus enfermedades, es una simple bolsita que se llena con la bilis producida por el hígado.
“Esta bolsa se vacía cuando hay que digerir alimentos; digamos, que se estruja para extraer hasta la última gota de bilis y que se mezcle en el duodeno con el bolo alimenticio pastoso y el jugo pancreático, facilitando aún más la digestión”.Dr. Enrique de Madaria
El intestino delgado, con sus dos partes, yeyuno e íleon, es la continuación del tramo duodenal.
Las células que revisten el intestino delgado facilitan otra cantidad añadida de enzimas para insistir en la digestión de los nutrientes y, sobre todo, se dedican a la absorción de las moléculas simples generadas en la descomposición de los alimentos (proteínas, carbohidratos y grasas).
“Este proceso de absorción culmina al pasar estas moléculas de los nutrientes al hígado a través de la sangre, un proceso donde se sintetizan los productos necesarios -calorías- para que se empleen como energía en el mantenimiento del cuerpo humano (corazón, cerebro, músculos... hasta la última célula)”.Dr. Enrique de Madaria
Los restos sólidos y líquidos que no son absorbidos, como las fibras, y diferentes componentes de la dieta que son de difícil digestión o no le interesan al cuerpo humano llegan a la última parte del aparato digestivo, el colon o intestino grueso. Lea también: Indigestión: lo que no debemos hacer
Los microbios cumplen múltiples funciones, desde proporcionarnos las vitaminas B ó K, que ellos mismos generan, hasta ayudarnos a digerir los alimentos, como los polisacáridos; incluso, se arriesgan a degradar compuestos tóxicos defendiendo nuestra mucosa intestinal.
En este tubo se digieren, como un repaso complementario, los restos del bolo alimenticio para intentar conseguir algo más de energía nutriente.“Además, en el colon se desecan dichos restos; es decir, se extrae totalmente su agua y se van formando las heces, productos de deshecho descartados por nuestros sistema digestivo. En las heces también encontraremos bacterias del propio colon, toxinas y otros productos que expulsa el cuerpo”.
“El color amarronado de las heces lo condiciona la bilis. De hecho, existen casos de pacientes que no producen bilis y el color de sus heces es blanquecino”.Dr. Enrique de Madaria
¿Las bebidas sufren el mismo proceso digestivo?
Los seres humanos requerimos grandes cantidades de agua diarias, fundamental para la supervivencia corporal; por lo tanto, de las bebidas nos interesan captar posibles nutrientes y, sobre todo, su agua... líquido elemento se irá absorbiendo lo largo del tubo digestivo.
“Es el caso de la leche, con sus proteínas, calcio e hidratos de carbono, pero también su agua”, ejemplariza.
“Tanto es así que en algunas enfermedades, cuando el paciente no absorbe bien el agua, como es la gastroenteritis infecciosa, se padecen diarreas muy molestas; situación médica que requiere una mayor ingesta de agua al no poder absorberla adecuadamente”, expone.
Las patologías más prevalentes asociadas al sistema digestivo
Las enfermedades del aparato digestivo son muy frecuentes y producen muchas molestias, además de numerosísimas bajas médicas; dos factores relevantes para las estructuras familiares, económico laborales y sanitarias.
La experiencia clínica dirigirá nuestra mirada hacia:
- El reflujo gastroesofágico (ácidos y enzimas que dañan la mucosa interior que recubre el tubo esofágico).
- El ardor y hernia de hiato
- La dispepsia -dolor en la parte alta del abdomen-
- La inflamación causada por la Helicobacter pylori,
- Las úlceras del estómago y duodeno.
Dr. Enrique de Madaria Pascual
También, a las frecuentes enfermedades del hígado, como la acumulación de grasa que provoca esteatosis hepática; a las piedras en la vesícula, muy prevalentes; a las enfermedades del páncreas, algunas frecuentes, pero con buena respuesta a los tratamientos, y otras infrecuentes, como los tumores.
Además, nuestro interés se centrará en la colitis ulcerosa, de gran importancia por su cronicidad, en el síndrome de intestino irritable, por los nervios que produce en el paciente, en la enfermedad celíaca, en los pólipos, en la diverticulosis, en el cáncer de colon, en la diarrea o en el estreñimiento. Le puede interesar: Alimentación balanceada, ¿qué tanto sabemos comer?
Doctor, ¿y cuál es la clave preventiva de las enfermedades del aparato digestivo?
“Alimentarse en base a una dieta equilibrada y sana desde la infancia, como la mediterránea, aunque haya otras también saludables, como la dieta atlántica; evitar la ingesta excesiva de productos dañinos para el organismo, como las grasas y las bebidas alcohólicas, que generan muchos problemas en el sistema cardiovascular”.
“Si comemos demasiado y engordaremos desproporcionadamente, lo que nos conducirá a tener comorbilidades, como la diabetes. En resumen, dieta sana y evitar excesos de alimentos y bebidas que nos producen problemas de salud”.
Concluye el Dr. Enrique de Madaria Pascual su intervención en el primer videoblog de Aparato Digestivo