Siempre que llegan los chicos de las pausas activas a nuestra oficina, ponemos cara de cansados. Pero, ¿sabe qué? Son una buena manera de recuperar la actitud y la energía. La Encuesta Nacional de Condiciones de Empleo, Trabajo y Salud dice que un 53% de los trabajadores en el país mantienen conductas sedentarias en la jornada laboral al no realizar pausas activas, tener rutinas deficientes de ejercicio físico, trayectos muy cortos de caminata y pasar el mayor tiempo sentados.
La proporción de baja actividad física por género es de un 26,9% para las mujeres y un 20,4% en los hombres. Leonardo Camargo, de Bodytech Colombia, explica que “se ha comprobado que implementar estos espacios breves ayuda a prevenir lesiones denominadas micro-traumáticas que se dan generalmente por movimientos repetitivos. Se debe tomar un espacio en la jornada laboral (5 a 10 minutos) para activar el sistema cardiorrespiratorio y generar leve gasto energético. Estas pausas tienen un impacto positivo para el sistema musculoesquelético, previenen alteraciones psicofísicas y disminuyen el estrés laboral y físico”.
- Al hablar por teléfono, realizarlo de pie con desplazamientos en la oficina.
- Ubicar la impresora lejos del escritorio de trabajo.
- Caminar a las oficinas o puestos de trabajo y evitar el uso del chat.
- En reuniones largas, levantarse periódicamente.
Según recomendación de la Organización Mundial de la Salud, se deben realizar al menos 30 minutos al día, 5 veces a la semana. Eso debido a que la actividad física regular previene enfermedades cardiovasculares y osteomusculares y aumenta los niveles de energía.
Además, varios estudios han demostrado que cuando los trabajadores se ejercitan de manera regular, son capaces de administrar su tiempo de manera más eficiente. De este modo, las interacciones con los compañeros son más positivas, contribuyendo a un mejor ambiente laboral, el trabajo en equipo y el sentimiento corporativo.
