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Ante el calor excesivo: cuida a tus niños de dermatitis atópica

Desde alergias al polen y al moho hasta infecciones asociadas con rinitis alérgica y calor excesivo pueden causar esta enfermedad crónica.

El calor excesivo, como el que por estos días se experimenta en Cartagena, es uno de los factores ambientales que según la evidencia científica se relaciona con dermatitis atópica.

Esta afección crónica hace que la piel se seque, pique y se inflame, y aunque por lo general comienza en los primeros cinco años de vida puede manifestarse a cualquier edad.

Si bien los síntomas suelen ser muy diferentes en cada niño, los más frecuentes son: piel seca con escamas, comezón muy intensa, enrojecimiento e inflamación, palidez en la cara y pequeñas protuberancias que pueden cubrirse con una costra y supurar líquido al rascarse. Lea: Si hay comezón y descamación en ciertas partes, puede ser dermatitis

Así mismo, protuberancias ásperas en la cara, la parte superior de los brazos y los muslos, oscurecimiento de la piel de los párpados o alrededor de los ojos, cambios en la piel alrededor de la boca, los ojos o las orejas y zonas rojas elevadas, por lo que esta enfermedad impacta tanto la calidad de vida de los menores como de sus cuidadores.

51
% de los niños con dermatitis atópica se siente deprimido. Otro 36 % presenta trastornos del sueño.

Cifras de estudios clínicos aseguran que el 86 % de los niños con dermatitis atópica evita sus actividades diarias, el 51 % se siente deprimido y el 38 % reporta déficit de atención, debido a la picazón y el dolor. Otro 36 % presenta trastornos del sueño y hasta un 20 % falta a clases por la inseguridad que le causa su apariencia física.

“Esta patología afecta gravemente la vida de los niños, puesto que no solo tiene repercusiones a nivel físico, sino que además interviene en su salud mental, lo que conlleva a que padezcan cuadros de depresión y ansiedad. Incluso, su vida familiar se ve alterada, estudios señalan que los padres pueden dedicar hasta 12 horas semanales en el tratamiento de los síntomas”, aseguró Daniel Escobar Garcés, gerente médico de inmunología de Sanofi.

Recalcó que “los pacientes no deben acostumbrarse a síntomas que son controlables, por eso un diagnóstico oportuno y el acceso a tratamiento son claves para contrarrestar el impacto de la patología y prevenir complicaciones significativas”. Lea: Así es la dermatitis seborreica, enfermedad que padece Daniella Donado

¿Cómo prevenir?

Teniendo en cuenta que la dermatitis atópica es duradera (crónica) y suele empeorar periódicamente, la Clínica Mayo sugiere establecer una rutina básica de cuidado de la piel para prevenir los brotes de eccemas.

Estos consejos ayudan a reducir los efectos de sequedad relacionados con tomar un baño:

- Humecta tu piel, al menos, dos veces por día. Las cremas, los ungüentos, la manteca de karité y las lociones mantienen la humedad. Elige uno o varios productos que te resulten útiles.

- Toma un baño o una ducha a diario. En lugar de agua caliente, usa agua tibia y reduce el tiempo del baño a unos 10 minutos.

- Usa un limpiador suave, sin jabón. Elige un limpiador que no contenga tintes, alcohol ni fragancias. Los niños pequeños, por lo general, solo necesitan agua tibia para bañarse.

“El jabón puede ser particularmente irritante para la piel de los niños pequeños. Para las personas de todas las edades, los jabones desodorantes y los antibacterianos pueden eliminar demasiados aceites naturales de la piel y resecarla”, advierten expertos de la Clínica Mayo, quienes sugieren no frotar a piel con una toalla o esponja vegetal.

- Seca con toquecitos suaves. Después de bañarte, sécate con una toalla suave dando toquecitos. Mientras la piel aún está húmeda, dentro de los primeros tres minutos, aplica un humectante.

Debido a que los factores desencadenantes de la dermatitis atópica varían considerablemente según la persona, es primordial intentar identificar y evitar los productos que te puedan irritar y desencadenar el eccema.

Desencadenantes

Los factores desencadenantes comunes de la dermatitis atópica son:

Tejido de lana áspera.

Piel seca.

Infección de la piel.

Calor y sudoración.

Estrés.

Productos de limpieza.

Ácaros del polvo y caspa de mascotas.

Moho.

Polen.

Humo de tabaco.

Aire frío y seco.

Fragancias.

Otras sustancias químicas irritantes.

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