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Amamantar: bueno para la mamá, el bebé y el planeta

No solo le da a los bebés los nutrientes necesarios para su desarrollo, sino que ahorra recursos a los padres y protege a la madre de ciertas enfermedades.

¿Se imaginó que la lactancia materna tiene un protagonismo creciente en todas las iniciativas dirigidas a mejorar la sostenibilidad medioambiental? Eso explica Anna Bach Faig, profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

“Se trata de un alimento natural y renovable, que no deja huella de carbono en el medioambiente; no requiere envasado, transporte ni combustible para su producción, preparación y consumo, y tampoco produce desechos”, dice Bach.

Una de las investigaciones más recientes en este sentido fue la llevada a cabo por expertos del Imperial College de Londres (Reino Unido), publicada en el British Medical Journal y que arroja datos muy reveladores al respecto: dar el pecho durante seis meses supone un ahorro de entre 95 y 154 kg de emisiones de CO2 por bebé en comparación con la leche de fórmula.

Más beneficios para las mamás

No solo para el bebé, la lactancia materna es esencial y povechosa; también para la madre. Un estudio de UNICEF, dice que esta práctica en la mujer:

1. Reduce el riesgo de depresión post-parto.

2. Reduce el riesgo de anemia.

3. Ayuda a bajar de peso.

4. Puede ayudar a prevenir el cáncer de mama, de ovario y el riesgo de osteoporosis después de la menopausia.

Por supuesto para el bebé:

1. Contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente.

2. Contiene anticuerpos especiales que protegen al niño contra infecciones respiratorias, gripe, asma, infecciones de oído, diarreas, alergias y otras enfermedades.

3. Reduce el riesgo de malnutrición infantil.

4. Es de fácil digestión y evita el estreñimiento.

¿Qué contiene?

La leche materna tiene carbohidratos, proteínas, enzimas, hormonas y algunas vitaminas y minerales. Es lo que se considera el suero de la leche.

Los principales factores protectores de esta leche son las inmunoglobulinas (IgA, IgG, IgM, IgD e IgE), la lactoferrina, el interferón, los factores del complemento C3 y C4, la lisozima, el factor bífidus, el factor anticólera, el factor antidengue y la lactoperoxidasa.

“La eficacia protectora de estos componentes guarda una relación directa con la frecuencia y duración del amamantamiento”, explica por su parte la doctora María José Lozano de la Torre.

Es preocupante sin embargo, que a pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud e instituciones sanitarias, la realidad es que solo alrededor del 40% de los bebés nacidos anualmente son alimentados exclusivamente con leche materna hasta los seis meses de edad.

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