Imagina. Estás en tu casa y de repente comienzan unos estallidos tan absurdos que no puedes ni siquiera escuchar tus pensamientos. ¿Y tu corazón?, a mil. Sientes que el aire se te escapa de los pulmones y se te hace tan difícil respirar. ¡Pum, pum! Necesitas escapar antes de que estalle también tu corazón, ese órgano enloquecido que se te quiere salir del pecho, y arrancas a correr porque -crees- de eso depende tu vida, pero no escuchaste el carro al cruzar la calle. Era Nochebuena, decían todos, pero terminó convertida en una pesadilla: ahora estás en la camilla de un hospital y no hay un centímetro del cuerpo que no te duela. Lee aquí: No más quemados por pólvora: ‘Donde hubo fuego, secuelas quedan’
Asusta, ¿verdad? Esa es la escena que podría protagonizar tu perro en Navidad o Fin de Año por culpa del uso indiscriminado e irresponsable de la pólvora pirotécnica que tan de moda se pone por estas fechas. Y es que los estallidos de la pólvora pirotécnica pueden causar un estrés intenso para los caninos y los felinos y, de paso, desembocar en consecuencias graves para su salud, incluso, mortales.
Gregory Montaño Escobar, médico veterinario de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, explica que “los estallidos generan un cuadro muy fuerte de estrés en ellos. Hay muchos pacientes -mascotas- que sufren del corazón y de hipertensión, pero no están diagnosticados y esos cuadros de estrés prolongados pueden terminar en cuadros de urgencias”... Recordemos que estos animales son más sensibles al sonido, entonces los estruendos se maximizan.
Estrés y quemaduras
Según el doctor Montaño, la principal y más inmediata consecuencia es el estrés y cuanto más estrés sienten, más secretan cortisol, una sustancia que les ayuda a adaptarse a una nueva situación o reto ambiental, pero en exceso termina suprimiendo el sistema inmune: en otras palabras, se les bajan las defensas. “Es muy común entonces que pacientes que sufrían cuadros de estrés muy fuerte en estas fechas luego sufran trastornos respiratorios e infecciones urinarias que no se resuelven”, explica el veterinario. Mira además el video Mi Mascota: aprende sobre el cuidado de la piel de tu mejor amigo
¡También se queman!
“Lamentablemente hay casos muy fuertes de quemaduras (...) Me han llegado pacientes que han perdido ojitos por quemaduras, que hemos tenido que hospitalizar por mucho tiempo debido a infecciones tras las quemaduras, aunque algunas veces sus propietarios no lo crean necesario de inmediato; algunas veces los dueños no se dan cuenta porque las zonas afectadas no siempre son tan visibles”, explica el doctor Montaño y agrega que “lo que más tiende a suceder en este tipo de urgencias son paros, hiperventilaciones, procesos desencadenados por hipertensión. Algunas veces el sonido los aturde tanto que se escapan de casa y vienen atropellados”, lamenta.
Debemos prestarles más atención a los pacientes de edad avanzada, pues “ellos tienden a sufrir del corazón o de la presión arterial -por su edad- y muchos no son diagnosticados, entonces al momento de estar demasiado estresados pueden alterarse más de lo normal y tener signos clínicos”.
Los signos clínicos de preocupación son:
-Falta de coordinación.
-Labios o encías moradas.
-Vómitos y diarreas muy fuertes.
-Hiperventilaciones.
Los expertos recomiendan:
Consejos para los amos para las horas críticas de Navidad y Año Nuevo:
1. Conserva la calma. “Los caninos y los felinos son animales sensitivos: si ellos notan tu estrés, se van a estresar más”.
2. La música puede ayudar. “Hay que buscar una habitación en la casa que sea la más alejada de los estallidos de la pirotecnia; ojalá cerrar puertas, ventanas y poner música. (...)En el momento en que suban alto el volumen, ellos se concentran en la música. Hay que intentar que no sea música que también los asuste, sino que los relaje: hay sinfonías que sirven para eso, hay videos en Youtube que pueden ayudar a relajarlos”.
3. El médico veterinario Sebastián Ordóñez Ramírez, por su parte, menciona que perros y gatos deben tener una preparación con días de antelación a la época donde se hacen más frecuentes las detonaciones con pólvora y otros artefactos explosivos.
“Recomendamos empezar a trabajar unos días antes de esos eventos, comenzar a sensibilizar el perro con los sonidos, es decir, reproduciendo sonidos, tratando de hacer refuerzo positivo sobre el animal, darle galletas o aplaudir cuando el perro tome posiciones acertadas frente a esos sonidos. Tratar de no mimar el perro durante esos momentos porque eso genera un condicionamiento emocional del perro y él va a saber que lo vamos a mimar cada vez que él se asuste y eso va a generar una codependencia hacia nosotros”, menciona Ordóñez.
4. Conseguir collares de feromonas, o inclusive dejar feromonas en los lugares donde los vamos a dejar para que esté más tranquilo. “A los gatos hay que buscarles lugares completamente aislados, un baño, un cuarto, donde también podamos poner feromonas, podamos poner música y tratar de en esos momentos de más ruido, de pánico, estar tranquilos con ellos”. Te puede interesar también: Personas ciegas piden celebrar las fiestas de fin de año sin pólvora