El 80% de los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir asistiendo oportunamente a un centro médico, pero la pandemia se ha convertido en un gran obstáculo para que muchos de estos pacientes consulten.
Según datos del Sistema Integrado de Información (SISPRO), el país redujo en un 25% los procedimientos de accidentes cerebrovasculares (ACV) en el 2020 (en comparación con 2019) y es innegable que el miedo a contagiarnos de COVID-19 en la época más incierta de la pandemia hizo que, además, la atención en los centros de salud de ciertas especialidades disminuyera un 70 %, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El año pasado, en Colombia, las consultas bajaron a aproximadamente 18 millones, 7 millones menos comparado con el 2018 y 2019, cuando se realizaron alrededor de 25 millones por año. Frente a esta situación, la campaña ‘Volver es vivir’ busca concientizar a las personas con enfermedades no-COVID-19 sobre lo vital que es atender sus condiciones y enfermedades en los centros de salud del país. (Le pude interesar: Información que salva vidas: signos de un ataque cerebrovascular)
Marco Fonseca, presidente de la Asociación Colombiana de Neurocirugía y presidente del Grupo Colombiano de Neurointervencionismo, explica que “los accidentes cerebrovasculares de tipo isquémico, aquellos ocasionados cuando un coágulo obstruye un vaso sanguíneo cerebral, han aumentado su incidencia de forma significativa. Recordemos que como secuela del COVID-19 no solo puede quedar el daño pulmonar, sino también el daño cerebral”.
Los ACV son la segunda causa de muerte en Colombia y una de las principales fuentes de incapacidad, por lo que atenderlos en centros médicos es apremiante. La Asociación Colombiana de Neurología estima que cada año 45.000 personas sufren un ACV en el país, en donde solo entre enero y julio del año pasado 8.693 personas fallecieron por este tipo de enfermedades. (Lea además: ¿Qué debe hacer si ocurre un accidente cerebrovascular?)
Es importante que los pacientes retomen la constancia en el manejo y seguimiento de sus enfermedades, como antes de la pandemia. “Estamos empezando a ver muchos efectos secundarios debido a que las personas no están haciendo los tratamientos adecuados de sus enfermedades generales, y esto nos lleva a ver más hemorragias intracerebrales y rupturas de aneurismas cerebrales, porque la gente no está yendo a sus controles”, finalizó el doctor Fonseca.
‘Volver a vivir’
Así se llama una campaña impulsada por la ANDI en alianza con asociaciones médicas y fundaciones de pacientes, que tiene como objetivo impulsar la reactivación responsable de los servicios de salud en el país en la atención de enfermedades No-COVID 19.