Para los miembros de una honorable familia sincelejana, los últimos 21 años han sido un eterno sufrimiento, pero al menos les llegó un pequeño alivio, gracias a la Fiscalía General de la Nación.
Ellos son los Padilla Mercado, quienes recibieron este viernes 16 de septiembre de 2022, aunque de manera simbólica, los restos de Aida Cecilia, la más pequeña y consentida de los ocho hijos de dicho hogar.
Aida Cecilia resultó asesinada junto a tres amigos que recién conocía. La tragedia que Sincelejo no olvida sucedió el 27 de mayo de 2001 a manos de Rodrigo Mercado Peluffo, alias “Cadena”, líder de las Autodefensas Unidas de Colombia.
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A Mercado Peluffo no le bastó con asesinarlos. Una semana más tarde, al saber que los cuatro ciudadanos eran buscados por las autoridades, los desenterró, los picó y lo echó a las aguas del Golfo de Morrosquillo, desapareciéndolos para siempre.
Esto último nunca lo supo doña Nemecia Mercado Conteras, madre de Aida Cecilia y quien falleció hace cinco años. Según cuenta la familia, hasta el último día de su vida, en las madrugadas, ella se asomó por la ventana esperando a su hija.
Ellos la recogieron en un automóvil cuando eran aproximadamente las 7:00 de la mañana. Quizás al igual que Sadith Elena, no contaba con que en realidad los agentes iban a desarrollar una misión investigativa del CTI.
Las dos mujeres y los dos hombres fueron interceptados y retenidos entre Rincón del Mar y Berrugas (San Onofre) por Manuel de Jesús Contreras Valdovino, alias “Peluca”, jefe de seguridad de alias “Cadena”. Al parecer, uno de los investigadores trató de desarmar al paramilitar y fue asesinado.
Posteriormente, Contreras Valdovino los llevó junto al cadáver hasta la finca El Palmar. Aquí habrían sido presentados a alias “Cadena” y este ordenó la muerte de los otros tres, al enterarse que eran agentes investigadores.
Durante más de dos décadas, la inmensa esperanza que al principio los Padilla Mercado guardaron de ver regresar a Aida Cecilia se fue destiñendo poco a poco, al tiempo que la rabia y resentimiento con la vida, crecía.
Pero esto último, igualmente tuvo al menos una pausa a través del trabajo de apoyo psicosocial realizado por la Fiscalía con los familiares de la víctima, a quienes informaron sobre el proceso que permitió acreditar la muerte de su ser amado.
“Para nosotros esta ceremonia y el acompañamiento psicosocial es una terapia que nos permite un poco de tranquilidad, es como si nos hubiesen quitado un gran peso de encima”, expresó Francisco, hermano mayor de Aida Cecilia.
Aida Cecilia nació el 20 de diciembre de 1969, era visitadora médica y al momento de su muerte tenía 32 años de edad. Vivía con sus hermanos en la calle La Pajuela. No dejó hijos, pero sí muchos sueños por realizar.
“Nuestro largo sufrimiento incluye la mala suerte de haber contratado al abogado Saladen Carrasquilla Colombo, quien nos estafó porque se cobró el 50% del dinero destinado por el Estado como reparación de nosotros las víctimas”, puntualizó Francisco Padilla.
