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Terminan el jarillón contra la erosión en Galerazamba

Desde hace varios meses, los habitantes de este corregimiento de Santa Catalina estaban esperando que se creara esta barrera, para impedir que el mar afectara las salinas e inundara calles y viviendas.

La dirigencia comunal del corregimiento de Galerazamba, jurisdicción del municipio de Santa Catalina, norte de Bolívar, se mostró complacida con los trabajos de mitigación que impedirán que el mar siga adentrándose en la población.

Enrique Porras Díaz, el presidente de la Junta de Acción Comunal, recordó las veces en que la erosión marina rompía las barreras que intentaban impedir su paso hacia las salinas y hacia las calles del pueblo, donde pudo haber afectado los sembrados y demás instancias de supervivencia.

“Estamos complacidos con los trabajos que hizo la Alcaldía, con el apoyo de la Gobernación de Bolívar, aunque sabemos que no es lo definitivo. Esperamos que más adelante la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos nos incluya entre los pueblos que necesitan muros de contención para detener la erosión, sobre todo en el invierno”, manifestó Porras Díaz.

El alcalde Manuel Polo Simancas reiteró que el avance de la erosión costera y el fuerte oleaje provocado por el paso del huracán Iota, provocó el debilitamiento del jarillón, que actuaba como barrera de contención, por lo que su despacho se puso al frente de los trabajos de mitigación, que comenzaron en abril y terminaron esta semana.

El coordinador de Gestión de Riesgo del Municipio, Alejandro Vásquez, manifestó que desde el inicio de la emergencia se activaron la ruta y planes de contingencia para atender la situación emergente no solo en esta área, sino en los 32 kilómetros de zona costera que tiene el municipio.

“Desde que se presentó la emergencia —explicó— la Alcaldía dio instrucciones para la evaluación a través de visitas técnicas y monitoreos constantes sobre los impactos que tuvo la erosión y el deterioro de las barreras de contención. Sin embargo, no solo es en esta área el problema sino en los 32 kilómetros de zona costera, que incluye a las localidades de Loma de Arena y Pueblo Nuevo”.

Agregó que se ha venido trabajando no solo en este corregimiento, sino en toda la zona costera del municipio, que se ve afectada y que se agrava anualmente por el aumento del nivel del mar, producto de los fuertes vientos y el oleaje, que se intensifican en el primer trimestre de cada año, y que dan lugar a la afectación vial, turística y de cosechas de sal.

El alcalde Polo Simancas comentó que “desde que se presentó la emergencia declaramos la calamidad pública y dimos instrucciones a la Secretaría de Planeación, para que, en conjunto con los coordinadores municipales de gestión de riesgo y ambiental, evaluaran la magnitud de la situación y, al mismo tiempo, concertáramos con el director de la Unidad de Prevención y Atención de Riesgos de Bolívar y los directores de las salinas una solución, lo cual derivó en la recuperación del jarillón”.

El secretario de Planeación, Avelino Siado, agregó que desde el inicio de los trabajos se hizo seguimiento en compañía de los coordinadores municipales para la terminación de los trabajos.

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