El gerente del COVID-19 en Bolívar, Willy Simancas Mendoza, explicó que con la alerta roja hospitalaria declarada el fin de semana, se busca que los directores de los centros médicos comiencen a idear medidas consecuentes con esta crisis.
Agregó que, a partir de ahora, los actores del sistema hospitalario en Bolívar deben tomar medidas desde el punto de vista gerencial dentro de sus establecimientos, junto con las respectivas aseguradoras, en cuanto a la racionalización y envíos de pacientes, sobre todo en lo relacionado con procedimientos quirúrgicos ambulatorios.
“Esta alerta implica –añadió– que toda programación quirúrgica que no sea de carácter urgente deberá desprogramarse, para descongestionar los hospitales y evitar el colapso hospitalario, además de evitar la sobre carga laboral del personal de la salud, en virtud de la ola o pico que estamos viviendo a nivel nacional”.
Sostuvo que, de igual manera, las EPS tienen que educar informando a sus afiliados sobre la situación y en cuanto a la desprogramación de los servicios ambulatorios, además de activar las consultas domiciliarias para los pacientes con patologías crónicas que necesiten de seguimiento y control, mediante la telemedicina; y garantizarles sus medicamentos, si no requieren hospitalización obligatoria.
“Al mismo tiempo, estamos avisando a los departamentos vecinos que Bolívar no tiene suficiente disponibilidad de camas ni siquiera para satisfacer la demanda interna. A su vez, informamos a la nación que estamos activando el sistema para el momento en que se aumente la demanda de camas y se requiera de la colaboración de otros departamentos, que tengan una importante disponibilidad de camas”.
De otro lado, y en cuanto a las determinaciones que deben tomar los alcaldes, manifestó que estos deben idear medidas respecto al control ciudadano y presentarlas ante el Ministerio del Interior, que es el encargado de aprobarlas, de acuerdo con el nivel de afectación del virus en cada territorio, la ocupación de camas y la alerta roja.
Desde que se declaró la pandemia, los casos severos se están atendiendo en los hospitales de mediana y alta complejidad.
“Pero cuando hablamos de casos muy severos, que demanden UCI, tenemos en la zona de La Mojana el Hospital la Divina Misericordia, de Magangué, donde también se atienden pacientes de Sucre y Magdalena. El municipio de Magangué ronda más del 90% de ocupación de las camas UCI, lo cual no da espera y se debió declarar la alerta roja”.
Señaló que “en El Carmen de Bolívar hay diez camas de cuidados intensivos, que no son suficientes para la demanda que tenemos. Tanto es así, que muchos pacientes de la subregión de los Montes de María, que demandan camas UCI, tienen que venirse a la red hospitalaria de Cartagena”.
En norte de Bolívar, el Estado solo cuenta, en materia de cuidado crítico, con el Hospital Universitario del Caribe (HUC), que registra una ocupación por encima del 93%, además de los establecimientos privados que funcionan en Cartagena, los cuales también coparon su nivel de ocupación.
“La mayoría de las UCI más importantes de la ciudad están encima del 95, a casi el 100%. En Cartagena hay más de 1.500 casos activos y en el departamento tenemos más de 400 casos activos. En cualquier momento estos pacientes pueden presentar un caso severo y requerir reclusión hospitalaria”.
Añadió que en Cartagena hay más de 246 pacientes hospitalizados con diagnóstico del virus. “Y en Magangué tenemos 25 casos hospitalizados, lo que indica que se trata de números variables a medida que se dan los casos más severos. Además, hay pacientes ocupando camas de UCI con patologías no COVID-19”.