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Dos mil familias damnificadas por invierno en Córdoba

Un preocupante aumento de familias damnificadas por las lluvias e inundaciones se registran en varios municipios del Alto Sinú y San Jorge cordobés
Según reportes de la Defensa Civil que atiende esas áreas, el incremento más notable se dio en Tierralta, que desde el lunes amaneció en algunos sectores urbanos y rurales inundados por crecientes súbitas de las quebradas El Jui y La Alcancía.
En este municipio las familias afectadas aumentaron de doscientas a novecientas setenta y cuatro. De acuerdo con el último censo de la Defensa Civil, las cuatro mil ochocientas setenta personas que componen estas familias están ubicadas en seis barrios del casco urbano y nueve poblaciones rurales entre corregimientos de Tierralta.

Montelíbano se fue a pique
A este censo se suman cuatrocientas cincuenta familias del área urbana de Montelíbano, por el desborde del río San Jorge.
Según el comandante de Defensa Civil en ese municipio, Héctor Taborda, también se han registrado rebosamientos de tuberías y manjoles lo que podría generar una emergencia sanitaria.
En San Francisco del Rayo, zona rural de ese municipio, hay reporte de quinientas cinco personas damnificadas, repartidas en ciento una familias. En este poblado hubo creciente de la quebrada La Llanura, que también afectó a por lo menos diez veredas.
Por su parte, la Corporación Autónoma Regional de los Valles de Sinú y del San Jorge (CVS) asegura que la mayor afectación hasta el momento la reporta Montelíbano, en el sector conocido como La Pesquera en donde ya se presenta desbordamiento del cauce y el agua alcanza aproximadamente 0,6 metros sobre la cota de terreno.
De igual forma, en el El Meneíto se está registrando el aumento rápido de niveles desde la noche anterior, situación que obligó a generar la alerta roja.
La CVS insistió en que se preste especial atención en los municipios de Montelíbano, La Apartada, Buenavista y Puerto Libertador y sugirió a los consejos territoriales de gestión del riesgo y al resto de organismos de socorro y pobladores estar atentos ante los cambios de nivel que puedan presentarse, ya que debido a la persistencia de las lluvias no se descartan nuevos ascensos de similar magnitud, especialmente en las zonas bajas.
El último reporte de damnificados llegó desde San José de Uré, con registros de al menos quinientas familias. Es de anotar que el censo inicial desde la avalancha de la quebrada Uré del 20 de octubre pasado, la Defensa Civil anotó doscientas noventa y cuatro familias.
En todas estas poblaciones se han registrados incalculables pérdidas de cultivos arrasados por las aguas desbordadas, además de la pérdida de animales domésticos y semovientes.

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