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Pareja de ancianos revivió historia de amor después de 30 años sin verse

Elizabeth Santana y Rubén López se reencontraron en un aula de alfabetización y ahora planean casarse.

Elizabeth Santana González, una mujer cordobesa de 72 años, entró al aula de alfabetización y sintió que una mirada profunda se posaba sobre ella.

Caminó tan rápido, como se lo permitían los años, y se acercó a la persona que la observaba detenidamente. Su corazón empezó a latir rápidamente cuando se dio cuenta que se trataba de Rubén López Díaz, de 76 años, quien había sido el amor de su vida en sus años de juventud.

Su corazón empezó a latir rápidamente cuando se dio cuenta que se trataba de Rubén López Díaz, de 76 años, quien había sido el amor de su vida en sus años de juventud.

El destino los había unido de nuevo en un salón de clases de alfabetización, que lidera la Universidad de Córdoba, de la institución educativa El Arizal, zona rural del municipio de Puerto Escondido, región costanera del departamento.

No se veían desde hacía 30 años, cuando ella abandonó la vereda para irse a vivir con su madre a Barranquilla. Allá se casó y luego enviudó. Los años pasaron y nunca más supo el uno del otro, pero él siempre la esperó y no entregó a nadie más su vida. Estaba soltero aún.

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Hace unos meses ella regresó a la región en busca de un sobrino, se enteró de la oportunidad de aprender a leer y escribir y se quedó. Su mejor sorpresa fue el reencuentro con el viejo amor pueblerino.

“Lo reconocí enseguida y cuando me miró sentí que el corazón se aceleró, me siento como una adolescente, de nuevo enamorada, mejor dicho soy una quinceañera ilusionada con el amor de este hombre”, expresa la novia, agarrada de la mano de su príncipe azul, de toga y birrete porque ya salieron de la condición de iletrados.

Sueñan con una boda sencilla, pero hermosa, con los invitados que permita el aforo que condiciona la pandemia; pero eso sí, advierten que no pueden faltar los docentes del proyecto que los volvió a unir.

Conscientes que no podrán tener hijos, ambos insisten en mensajes de amor y de buen trato entre las parejas. El novio es de poco hablar y en breves palabras resume que sencillamente Elizabeth sigue siendo la mujer más linda que ha conocido.

Junto con ellos se certificaron como estudiantes que salen del analfabetismo, otros 22 adultos en El Arizal, Puerto Escondido, gracias al proyecto de enseñar a leer y escribir en 20 municipios para 1.020 beneficiados.

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