Sentada cómodamente en una silla de paja, rodeada de la alegría de hijos y nietos y del refrescante paisaje verdusco del barrio Arriba, en las Flores, zona rural del municipio de Lorica, en el departamento de Córdoba, permanecía Claudina Hernández Herazo, esperando el primer diploma de su vida.
Se trataba de la certificación de la Universidad de Córdoba que la acreditaba como persona alfabetizada, después de haber cumplido con todos los requisitos del programa, que se lleva a cabo en 20 municipios del departamento.
Esta mujer de 92 años, alegre como el porro que bailó desde niña en fiestas y fandangos de la región, se convierte en la persona más longeva de Colombia beneficiada con un proyecto de alfabetización. Por lo menos no se ha documentado otro testimonio igual en el territorio nacional.
No pudo ir a la ceremonia grupal que se desarrolló en el colegio del pueblo, porque recientemente sufrió una caída en casa, pero el director del proyecto, profesor Mauricio Burgos Altamiranda, le llevó a su fresca vivienda de bahareque, el pergamino que colgará en su habitación cerca de la cama.
Eso dijo una vez fue sorprendida con la visita de la institución que ha enseñado a leer y a escribir a cerca de 1.400 adultos, desde que se ejecuta esta iniciativa hace poco más de un año.
“Estoy agradecida con la Universidad de Córdoba, con la profesora Yacelis Fuentes, quien me visitó tres veces por semana para enseñarme. Este diploma estará cerca de mí siempre”, dijo brevemente la matrona de pelo corto, de permanente sonrisa y de miles de anécdotas por contar.
Sus ganas de leer y escribir siguen tan intactas que todavía repasa la cartilla que utilizó la profe, en una campestre población, ubicada a 67 kilómetros de Montería, por la vía que conecta con Moñitos y San Bernardo.
La maestra Yacelis cuenta que ella fue modelo de puntualidad y motivación. La esperaba afanosa y dispuesta con los útiles en la mano, las tardes de los lunes, miércoles y viernes. Expresaba sin temores su molestia cuando cualquier compañero de los que se reunían en su rancho, llegaba retrasado a la clase.
“Pedía tareas fáciles, le gusta leer libros de princesas, dibujar la naturaleza, especialmente flores amarillas. Realmente se emocionaba mucho y se concentraba en sus clases, siempre me recibió con un abrazo, de verdad fue un bonito proceso”, relató la facilitadora en visita a la más tierna de sus alumnas.
Claudina Hernández Herazo.
Por su parte, el rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Torres Oviedo, reiteró que logros como este, no son más que un ejemplo para las nuevas generaciones y corrobora públicamente el resultado de un esfuerzo y de un entusiasmo por aprender, sin importar el tiempo o las condiciones del pasado.
Insistió Torres en el deber ser que está ejerciendo la Unicórdoba con presencia en territorios urbanos y rurales, para compartir la ciencia y el conocimiento con las poblaciones que requieren acompañamiento en la solución de sus principales problemas sociales.
A su turno el director del proyecto de alfabetización, docente Mauricio Burgos Altamiranda, dijo que a la institución la llena de gran alegría y satisfacción que una anciana haya hecho parte del proceso en Las Flores e insistió en el impacto de estos proyectos, que incluso, llegan a las personas de avanzada edad.
“En otros proyectos de alfabetización en el país, liderados por universidades acreditadas, los participantes están entre los 70 y 80 años, por eso este es el primer caso en el que una participante de 92 años lo logra, a través del proceso que se desarrolló con la Institución Educativa las Flores”, indicó Burgos.
El ciclo de alfabetización en las Flores contó con la cooperación de la Secretaría de Educación de Lorica y junto con Claudina, otros 21 participantes recibieron la certificación que los acredita como personas que salieron de la condición de iletrados.
