Los habitantes del barrio Caldas, en el municipio de Zambrano, celebran la construcción de un malecón sobre la margen izquierda del río Magdalena, porque va a contribuir a la disminución de la inseguridad y de los botaderos de basura.
Advierten que lo cuidarán y que no permitirán que mal intencionados lo dañen para seguir cometiendo actos delincuenciales.
María Mejía Guerrero, habitante del sector y representante de la comunidad, aseguró que antes de que se iniciaran las obras vivían con mucha zozobra, por la oscuridad en la margen izquierda del río y la cantidad de desechos que le arrojaban.
“Esto antes era una selva, salían culebras y se había convertido en una trampa para las personas que transitaban por la noches por el barrio, pero ahora hay alegría”, dijo la mujer.
Señaló que han realizado varias reuniones con la comunidad para crear estrategias que permitan proteger la inversión, porque beneficia a todos los residentes de la orilla del afluente.
El alcalde de Zambrano, Alberto Murillo Palmera, indicó que las obras para la construcción del malecón van en un 90% de ejecución.
Anotó que las obras civiles ya se terminaron y ahora se están instalando las luminarias y las barandas. También están construyendo el enrocado y sembrando el césped, que forma parte integral de la obra.
Murillo espera que el proyecto termine en mayo próximo para recibirlo e inaugurarlo en junio. Uno de sus componentes más importantes es una cancha sintética, a un lado de la iglesia, dándole un entorno urbanístico de gran impacto al parque Juan Pablo II, porque va a permitir que la comunidad se reencuentre.
Además, los zambraneros podrán disfrutar de un kilometro y medio de malecón a lo largo del río. “Este es otro bien para el municipio, con el cual se va a generar turismo y trabajo para la población y se va a evitar la contaminación ambiental, ya que fueron erradicados más de diez botaderos de basura satélites”.
El Malecón inicia en el punto conocido como El Encanto del Peñón y culmina en el antiguo matadero, donde construirán un parque biosaludable y un tramo de calle pavimentada en adoquín.
Así mismo, construyeron un jarillón de protección en tierra con una distancia de 1.100 metros, con el fin de que el municipio crezca urbanísticamente.
El alcalde detalló que la obra tiene un valor de $4.880 millones, provenientes del Sistema General de Regalías y del orden municipal, los cuales se han ejecutado en ocho meses, tiempo de duración de la obra.