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“Va a haber muchos muertos y correrá mucha sangre”: Fabio Aristizábal

El ex superintendente de Salud de Iván Duque, en entrevista con El Universal, se refirió a la reforma a la salud como “un desastre y un engendro”.

El maniqueísmo es, según los diccionarios, una interpretación de la realidad que tiende a valorar las cosas como buenas o como malas, sin términos medios. Esta actitud de no ver el gris en el contexto, especialmente el político, es usualmente criticada. Sin embargo, las abuelas dicen que cuando el río suena, piedras trae. Y es lo que sucede con la reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro, pues tras su radicación, hasta miembros de su gabinete le encuentran grandes peñascos bajo el agua.

El proyecto ha provocado mucha polémica e incertidumbre, pues no hay claridad en puntos centrales como la eliminación de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) y los actores políticos que manejarán los billones de pesos de la salud. Cuatro altos funcionarios de Petro ponen en entredicho reforma a la salud

En entrevista con El Universal, Fabio Aristizábal, ex superintendente de Salud, fue más allá de lo ruidosa que pueda llegar a ser y concibió a la reforma a la salud como un “desastre y un engendro”. “Será una debacle para el sistema y no hay claridad de cómo se costeará una transformación tan radical”, expresó.

En un documento confidencial, revelado por la revista Cambio, los ministros de Hacienda, José Antonio Ocampo; Educación, Alejandro Gaviria; Agricultura, Cecilia López; y el director de Planeación Nacional, Jorge Iván González, expusieron que la iniciativa de Carolina Corcho, ministra de Salud, era insostenible fiscalmente, costosa y riesgosa para la estabilidad del sistema.

No obstante, hay voces en el petrismo que defienden la reforma. Para Laura Sarabia, jefe de Gabinete de Presidencia, el debate interno arrojó nuevas valoraciones presupuestales y cambios en el proyecto. En una acera similar, David Racero, presidente de la Cámara de Representantes, considera que el proyecto final será muy diferente al que se radicó, “porque el Congreso lo va a nutrir de forma democrática”.

Eso sí, reafirmó Racero que lo que no se transformará es la esencia del proyecto, “pues la pregunta crucial no es si las EPS se quedan o se mantienen. Eso es secundario. Lo primero que se tiene que acordar es cuál es el sistema que debemos adoptar para que el paciente sea el corazón de la atención en salud. La promoción y prevención como núcleo de la reforma”.

¿Por qué será un desastre?

Porque está borrando 30 años de experiencia y deja el sistema en vilo, debido a que no reconoce nada de lo bueno que se ha hecho y que hoy nos tiene como referente regional y mundial en ese ámbito. Nuestro modelo y su cobertura universal son reconocidos como ejemplares por la OMS, la OPS y el Banco Mundial.

Por lo que me resulta incomprensible que el Gobierno diga que es uno de los peores del mundo. Ningún colombiano ha tenido que vender su carro o hipotecar la casa para que lo atiendan en un hospital. Eso la pandemia lo comprobó.

Claramente hay algunas dificultades, pero lo que están proponiendo es quitarle el rol a las EPS y entregarle la plata a los actores políticos del país. Acabando con el aseguramiento y eso es un desastre.

¿Actores políticos?

Sí. Le entregarán el manejo de la salud a alcaldes, gobernadores y otros actores territoriales y eso será un suicidio, pues mucha gente va a morir por la robadera de plata a borbotones que se viene. La política y la burocracia demostraron que no manejan bien la salud y se ve en tantos hospitales y centros de salud quebrados, para sacar dinero para las campañas, o como elefantes blancos. Acá todos conocen cómo estuvo el Hospital Universitario del Caribe postrado en la miseria por 20 años.

A los políticos no les importa que se muera una embarazada o un niño. Yo me recorrí Colombia y sé dónde está la corrupción. Uno de los sectores que más le gusta a los políticos es la salud, recuerde los carteles de la hemofilia, del sida y los otros, y ahora no solo tendrán los recursos de los hospitales públicos sino también la del aseguramiento. La burocracia que se creará es impresionante, más de 11 entidades entre la cima del sistema y el paciente, eso será una bomba social, sanitaria, económica y política.

¿Y hay capacidad económica?

No dicen ni cómo ni dónde van a salir los recursos. El país no tiene ni los recursos ni los profesionales para asegurar que esa transformación radical llegue a buen puerto. No lo digo solo yo, lo dicen los expertos y hasta los ministros de Petro. Esta es una crítica técnica, nunca ideológica.

¿Y entonces por qué la ministra Corcho defiende su reforma con todo y bata?

Porque no usa argumentos técnicos ni soportados en cifras, sino ideológicos. Esto es histórico e insólito porque es la primera vez que una reforma que toca la vida de los colombianos no se socializa, siempre manejada a escondidas. Entonces no es posible que todos estén equivocados y locos, y solo ella tenga la razón.

“Va a haber muchos muertos y correrá mucha sangre”: Fabio Aristizábal
Es un delito lo que están haciendo graduando de enemigos a las EPS, difundiendo noticias falsas en redes sociales y nadie del alto Gobierno sale a dar explicaciones.

¿Qué piensa de posiciones más abiertas como la de Racero?

Yo confiaría en ellos si hubieran socializado la reforma. El problema es el tono y la forma a escondidas, diciendo mentiras, sin contar con los expertos. Y ahora, amenazando con que si no aprueba, pues la gente se va a la calle. Pero lo que no cuentan ellos es que un colombiano te aguanta un racionamiento eléctrico o una reforma tributaria, pero no va a permitir que acabes con el sistema de salud. Es la vida la que está en juego.

¿Por qué las EPS no se han hecho sentir con tanta fuerza?

Porque tienen pánico. Están acobardados, pues una cosa es la tranquilidad y otra cosa es el pánico. Ninguna se atreve a hablar porque la que asome la cabeza se la volarán, debido a que cuando usted tiene el poder del Estado interviene a la que hable.

Están temerosos de las represalias que ya se reflejan en sanciones multimillonarias o no pagos de deudas a las EPS para asfixiarlas. Y si piensan que podrán reinventarse luego de aprobada la reforma, como expuso el ministro del Interior, Alfonso Prada, con su “vamos a construir sobre lo construido”, debo decir que están ilusionadas en una utopía, una falsedad, una mentira. Acá no va a haber transición, sencillamente las acabarán y su experiencia tirada a la basura provocará contratiempos en pocos días.

Si Corcho o Petro lo escucharan, ¿qué recomendaría entonces?

El problema no es el sistema sino la cobertura. Romper con la distancia Estado - territorio con infraestructura vial para llegar a la Colombia profunda; pagarle mejor al personal de salud; eliminar la injerencia de tantos intermediarios, especialmente abogados, jueces y traficantes de medicamentos caros, que desangran al sistema con comisiones y porcentajes corruptos en las facturas.

Además, sacar a la salud de la negociación electoral, pues los hospitales se construyen y se entregan para hacer campaña, y luego son abandonados. Cuando no tengamos esa confianza legítima entre actores, pues no va a mejorar nunca esto. Pero para eso no es necesaria esta reforma estructural, sino voluntad política para reajustar los eslabones que afectan a un modelo exitoso y ejemplar.

A las personas las invito a manifestarse en todos los espacios para pedirles a los parlamentarios que no se dejen presionar y tengan sensatez y claridad.

¿Un proyecto político a largo plazo?
Fabio Aristizábal analizó sobre una eventual motivación del Gobierno de entregarle los recursos de la salud a políticos en las regiones como una forma de asegurar su lealtad. “La burocratización es la lealtad de la corrupción. Aseguran agentes en los territorios para propiciar un proyecto político y electoral a largo plazo, haciendo un uso inconveniente de 83 billones de pesos. Inaudito, qué dolor”, aseveró el ex superintendente.

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