No han pasado muchas horas desde que se conocieron los datos de la más reciente versión del sondeo Opinómetro de la firma Datexco, realizado para W Radio, en el que un 58% de los encuestados desaprueba la gestión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, mientras que solo el 32% aprueba su gestión. (Lea: Bukele, ¿mesías o bomba de tiempo?)
Hasta ahí todo bien. Somos un país acostumbrado a las encuestas de opinión pública y Petro, como político, siempre desatará simpatías y resquemores; sin embargo, lo que muchos tomaron como mezclar peras con manzanas fue que la encuesta consultó cómo ven los sondeados a Nayib Bukele, presidente de El Salvador.
Frente a la pregunta: ¿Le gustaría para Colombia, un presidente como el presidente de El Salvador, Nayib Bukele?, el 55% respondió que “sí” y el 26% manifestó que “no”. El 19% restante apeló por las opciones de “no sabe” y “no responde”. El derechista Bukele, siempre “en línea” en su Twitter, no tardó en compartir los resultados de Datexco aplaudiendo los porcentajes a su favor.
Incluso, la encuesta fue más allá y consultó a los encuestados si están de acuerdo con la construcción de mega cárceles, como las construidas por Bukele en su país, que, aunque muchos en Colombia apoyan, han provocado controversia por presuntos atentados contra los derechos humanos de los reclusos. El 67 % dijo que sí.
Para Yann Basset, doctor en ciencia política y docente de la Universidad del Rosario, esta encuesta sugiere un concurso de popularidad que no viene al caso. “Son países diferentes. No veo la relevancia de despertar polémicas entre los dos mandatarios ni para qué es relevante preguntar en Colombia sobre mega cárceles extranjeras”, puntualizó.
Al respecto, César Valderrama, presidente y miembro fundador de Datexco, aseguró que el sondeo no se especializó en algún tipo de contraste polarizador entre los dos presidentes. “Cada pregunta es independiente y evalúan eventos independientes. Son los medios haciendo su análisis los que lo contrastan y sacan sus propias conclusiones. No consideramos que sea relevante comparar a Petro con Bukele”, aseveró.
Lógica similar piensa Fabricio Betancourt Ordóñez, consultor ecuatoriano en comunicación de gobierno y campañas electorales. Tanto él como Luis Duque, estratega de marketing político que ha trabajado en las campañas presidenciales de Juan Manuel Santos, Alex Char y Federico Gutiérrez, expresan sus posturas al respecto de la polarización que podría provocar el sondeo.
¿El sondeo polariza?
Tanto Betancourt como Basset no recuerdan una encuesta similar a la de Datexco en la que se incluya en el mismo paquete a un presidente colombiano con un mandatario foráneo; sin embargo, para el académico francés no hay riesgos de propiciar la polarización en el país ni que Datexco le esté haciendo el juego político, el mandado, a la oposición política a Gustavo Petro. “Lo único que veo es un juego de provocar polémica de forma efectista y llamativa en la opinión pública, pero no veo riesgos relevantes”, afirmó Basset.
Para Valderrama, los estudios de opinión de Datexco no son un juego. “Evidencian el pensamiento de una población, para este caso los colombianos. Simultáneamente fueron indagados por dos temas diferentes, el uno asociado con la favorabilidad del Petro y, de otro lado, se indagó por la favorabilidad de Bukele”, expuso.
Más que la encuesta, para Duque quien propicia polarización es el mismo Petro: “El riesgo de polarización lo marca el mismo presidente tratando de marcar agenda discutiendo por Twitter, o hasta el mismo gabinete con sus discursos de odio en medios. Pero no, no creo que el riesgo esté en las encuestas. Por otro lado, Datexco hace un ejercicio de escucha ciudadana indagando la opinión de los colombianos sobre temas de opinión”, precisó.
Pero para Betancourt, el diablo está en los detalles. Para el asesor electoral el quid del problema está en la muestra demográfica del Opinómetro de Datexco: “La encuestadora ha tenido algunas críticas de extrabajadores sobre la credibilidad de sus métodos. Lo que me llamó la atención es que utilizan un método complicado y no tan preciso como el muestreo multietápico. Además, con solo 700 muestras, dan un margen de error del 3,7% en un país de casi 50 millones de habitantes. Me parece que son muy pocas muestras para todas las preguntas que se hicieron”.
A la cuestión de si incluir a Bukele u otro mandatario extranjero en una encuesta en Colombia, en aras de medir certezas y utilidades para el país, Fabricio Betancourt considera que es útil medir en términos de gobernabilidad, pues para encasillarse en algunos de los polos que representa cada presidente “nadie necesita ser influenciado por esta encuesta”.
“Este sondeo es relevante para el ciudadano común que siempre anda en busca de un líder en la manada que los guíe. Vemos que la gente quiere un líder de mano dura con la delincuencia. En algunos muestreos que he realizado, la gente desea seguridad para tener tranquilidad, disfrutar del espacio público y realizar sus actividades cotidianas sin sobresaltos. Creo que podemos rescatar que la gente busca esto, ya que la seguridad es clave para la vida diaria”, estableció Betancourt.
Por su parte, para Luis Duque este sondeo mide algo útil para entender cómo se están percibiendo las orillas ideológicas en el país, entendiendo el contraste que hay entre las políticas de Petro y Bukele en materia de seguridad. “Finalmente ha sido Petro el que inició el ejercicio de contrastar y marcar agenda a costa de Bukele. Ya hemos visto que este es su modo de operar, antes con Uribe, ahora tiene que mantener relevancia diferenciándose de otro”, concluyó.
