En medio de la turbulencia política tras el trámite en el Congreso por la reforma a la salud y otras iniciativas del Gobierno de Gustavo Petro, en el país están sucediendo muchas cosas: una parte del gremio de taxistas bloqueó ciudades hoy; ayer, Roy Barreras fundó un nuevo partido político y allanando un camino propio, y hace semanas ya se calienta la contienda de cara a las elecciones regionales del 29 de octubre.
David Racero, presidente de la Cámara de Representantes y uno de los referentes del Pacto Histórico, ha mantenido su moderación entre las tensiones y polémicas que ha habido en los últimos meses, no sin abandonar sus críticas a ciertos problemas sociales y hasta de las actitudes de compañeros de colectividad. Roy Barreras presenta su nuevo partido y Dumek será su candidato
Hubo muchas críticas al presidente Petro por “fomentar la polarización” al convocar a la gente a manifestarse en pro de las reformas de su Gobierno. ¿A qué se refiere usted al decir: “sin la ciudadanía no hay proyecto que importe”?
La democracia no es simplemente acudir a las elecciones cada cuatro años. Y es lamentable que algunos congresistas hagan eco a esa idea tan limitada de la democracia. La democracia es un estilo de vida, un estilo de vida social, donde la ciudadanía siempre debe estar activada y movilizada en las calles, en las plazas, siempre dispuesta a discutir los grandes temas que tienen que ver con su vida.
¿Cómo no se va a llamar a la ciudadanía para hablar sobre la reforma de la salud? Si tiene que ver con su vida. ¿Cómo no se va a llamar a la ciudadanía para tratar la reforma pensional? Donde hoy solamente 8.5 millones de adultos mayores reciben pensión. ¿Cómo no hablar en las calles sobre la reforma laboral con la que se busca mayor dignidad y el pago de horas extra? Entonces, bajo esa lógica, comparto con el presidente Gustavo Petro que las transformaciones y reformas sociales se deben discutir en las calles, casas, universidades, bares, en todo lado.
Roy Barreras funda su partido político (Fuerza de la Paz) luego de criticar a la ministra de Salud, Gustavo Bolívar expone ciertos rifirrafes internos en el Pacto Histórico y ya se encandila el ámbito electoral en las regiones. ¿El Pacto Histórico a nivel nacional está unido o hay fracturas?
Con respecto al senador Roy Barreras, él nació, fue y ha sido promotor del Pacto Histórico, por lo que esperamos que fortalezca su grupo político dentro del petrismo. Lo que se espera es consolidar una gran coalición con diferentes grupos, movimientos y partidos políticos para fortalecer nuestro proyecto del cambio que es a largo plazo. Eso debe primar sobre intereses particulares.
El Pacto Histórico está unificado aunque el debate electoral que comienza siempre provoca discusiones públicas muy fuertes; pero ya el Pacto ha trazado la hoja de ruta a seguir para seleccionar candidaturas, un camino de consenso por votación popular o por algún medio en el cual se pueda consultar a la ciudadanía para escoger candidaturas únicas a las Alcaldías y Gobernaciones.
Insistiremos en tener candidaturas a las asambleas y a los concejos con listas cerradas y paritarias, aprovechando que la figura del Pacto está muy bien posicionada y es la más reconocida en este momento por la gente. Eso sí, con coherencia, pues la gran reflexión es materializar nuestra propuesta de cambio nacional en las regiones.
Esto se relaciona también con el Frente Amplio, instancia posterior a las consultas en la que queremos conformar candidaturas con el Partido Verde, con el Partido Liberal, con sectores progresistas, independientes y con personas que no sean de izquierda, pero que sean decentes en las regiones.
Gustavo Petro, Roy Barreras y David Racero.
¿Usted cree que las reformas lleguen a buen puerto sin antes llegar al consenso con sectores con líneas rojas? o ¿Considera que basta con presentarlas como un vagón ciego?
Este es un Gobierno que se ha construido como una gran coalición democrática y en su seno, por supuesto, tiene diferentes tipos de voces diferentes que lo enriquecen. El debate es bienvenido, pero quiero hacer un llamado de atención a los funcionarios del Gobierno, sobre todo a los ministros y a los mismos dirigentes del Pacto Histórico: una cosa es discutir de forma constructiva y otra cosa es intentar sabotear los mismos proyectos. Y en eso, claramente, no me voy a prestar cuando en la mesa lo que se busca es destruir y sabotear.
¿Qué se viene en el trámite de la reforma a la salud como ley ordinaria?
Tras su trámite por la Comisión Séptima eso va a posibilitar tener cuatro debates, dos en Cámara y dos en Senado, absolutamente profundos y amplios. Considero que el proyecto final será muy diferente al que se radicó, porque el Congreso lo va a nutrir, lo va a mejorar, lo va a perfeccionar con un gran valor democrático.
Lo que sí no se transformará es la esencia del proyecto, pues la pregunta crucial no es si las EPS se quedan o se mantienen. Eso es secundario. Lo primero que se tiene que acordar es cuál es el sistema que debemos adoptar para que el paciente sea el corazón de la atención en salud. Por ejemplo, con relación a la atención primaria para temas de reproducción hoy en día este sistema de salud, que tiene más de 80 billones de pesos, solo utiliza el 10% para políticas de prevención y de promoción, cuando los países desarrollados están hablando el 35% y eso tiene una razón de ser.
Hay voces como la del fiscal Francisco Barbosa con serios reparos ante la potencial impunidad tras la ley de sometimiento a bandas criminales. ¿Por qué usted propone que sea tramitada con mensaje de urgencia?
Este proyecto de ley como se radicó es muy benevolente, debido a que no toca temas de extradición que era algo que preocupaba a la opinión pública. Este es un proyecto de ley con todas las garantías y los delincuentes nunca serán tratados como agentes políticos. Por consiguiente, no habrá un proceso de diálogo como con el Eln, sino que se da un sometimiento o acuerdo con la justicia bajo un modelo de justicia restaurativa donde se reparen los daños a las víctimas mientras se pagan los años de cárcel que se acuerden.
No va a haber impunidad. Yo creo que esto es un gana-gana y allana el horizonte de la Paz Total, y beneficiará al país, a los campesinos, a los que están en los municipios más apartados donde tienen presencia estos grupos armados ilegales. Es una cuestión de darle dignidad y seguridad a las potenciales víctimas.
Hoy hubo bloqueos en Cartagena y en todo el país por el paro nacional de taxistas. Una de sus principales motivaciones es la cuestión del transporte particular a través de apps. ¿Qué opina al respecto?
Prohibir las aplicaciones afectaría la sostenibilidad de muchos hogares. Para mí realmente es un debate anacrónico, un debate ya viejo. Yo reconozco algunas demandas que hacen los taxistas en términos de cupo, entre otros. Evidentemente los coloca en una situación de desigualdad frente al servicio de las plataformas; sin embargo, esto lo que amerita es un trámite y llegar a consensos alrededor de la regulación del transporte particular.
La exigencia que las plataformas sean retiradas del país y se declaren ilegales es desconocer a un mundo que avanza a lo digital. Lo que hay que buscar es hacer un tipo de regulación, que no es prohibición, escuchando las demandas de los taxistas, de su contraparte y de los usuarios. Seguir empeñados en la discusión es darle la espalda a la realidad mundial, pues la regulación y la convivencia de los dos servicios provocará una sana competencia, lo que posibilita mayores mercados y mejores servicios.
