<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Petro, el mensaje y la economía

“No demorar un día más la revelación del nombre del nuevo ministro de Hacienda y ojalá otros cargos de las carteras económicas, relajará al dólar como pasó en Chile (...)”.

Más que previsible que el dólar y los mercados de capitales se asustaran con la elección de un presidente de izquierda. Siempre ha pasado en Latinoamérica.

Lo importante para recuperar la calma de los mercados es qué hace el presidente electo con el mandato en él depositado. Y eso comienza por los mensajes que emita.

Hay que reconocer que Gustavo Petro se ha esforzado en disuadir a quienes piensan que llegó al poder para convertir a Colombia en otra Venezuela o en gastar los excedentes que produzca Ecopetrol en sostener a la debilitada economía cubana (hasta agotar existencias).

Sus discursos durante las últimas semanas de campaña, más su intervención la noche del triunfo electoral y su determinación de liderar un amplio diálogo nacional, son marchas dirigidas hacia la estabilidad de los factores económicos. Hay que valorar en su dimensión ese esfuerzo, pues lo que ha estado diciendo su accionar, sus alocuciones y las afirmaciones de quienes lo conocen desde la fundación del M-19 es que, más que un comunista o extremista de izquierda, es un líder que cree en las consignas de la socialdemocracia, esa corriente ideológica del socialismo que sostiene que las transformaciones sociales se pueden lograr dentro de la democracia constitucional y no desde la insurgencia.

A pesar de la insistencia en ese discurso, aún muchos colombianos y analistas económicos dudan que ese sea el destino de la gestión gubernativa bajo los años de la fórmula Petro-Márquez, y esos temores no se apagarán hasta cuando el nuevo presidente tome posesión del cargo y formalice las primeras decisiones concretas de gobierno.

Pero, entre tanto, puede hacer un mayor esfuerzo por detener la carrera alcista de ese gran cobarde que es el dólar, ya sujeto a una tremenda especulación por factores macroeconómicos que nada tienen que ver con su elección para la primera magistratura de la nación, o la caída del precio de las acciones de Ecopetrol y otras empresas nacionales del sector minero-energético.

No demorar un día más la revelación del nombre del nuevo ministro de Hacienda y ojalá otros cargos de las carteras económicas, relajará al dólar como pasó en Chile, y antes en otras naciones.

Y en cuanto a la depreciación del valor de mercado de empresas del sector minero-energético, bastará con que se diga lo que todos sabemos: el compromiso de lucha contra el cambio climático y la disminución de la emisión de gases de efecto invernadero en el nuevo gobierno, será indeclinable y se acelerará lo máximo posible bajo el mandato del ‘cambio por la vida’; pero que ello no se hará con determinaciones que supongan el encarecimiento de la energía para los colombianos o la pérdida súbita de los ingresos petroleros, que sostienen buena parte del gasto oficial y paga la implementación de nuevas fuentes de energías renovables, como la solar y la eólica.

Esos mensajes no dan espera.

Más noticias