Si hoy se puede hablar de una nueva izquierda, es porque existió una vieja, a mi parecer, fracasada que no prosperó, no logró sus propósitos revolucionarios, y quedaron sus líderes en la historia como fueron Vladimir Ilich Ulianov (alias Lenin), Iosif Jossif Vissariónovich también llamado Josef o Joseph Stalin, Mao Zedong, a veces transliterado Mao Tse-Tung o, simplemente Mao, y qué decir de Ernesto Guevara conocido como el ‘Che’ Guevara o simplemente ‘el Che’ y tantos otros que solo quedaron en el pasado.
Tenemos que movernos y quitar todos los paradigmas, esas ideas que en un momento hoy llamado histórico, trataron de cambiar lo normal de la vida.
Esta revolución o gran revolución quiso poner y controlar a los campesinos, a las mujeres, a los obreros, entre otros.
Los hombres contra las mujeres, poner los campesinos contra los terratenientes, levantar los obreros contra los empresarios, las mujeres contra su naturaleza de ser mujer ante todo... pero este cambio de mundo se les fue poniendo difícil y sus ideas se fueron debilitando poco a poco.
Los obreros ya no querían cambiar un mundo, sino comprar un carro y ver con las facilidades de comprar, por ejemplo, la tecnología y la educación hicieron que estas mentalidades cayeran.
Lo que se ha entendido del derecho a un deber y vemos que es ya la tecnología y sus avances que mueven las mentes y ya no les llamaríamos ‘idiotas útiles’ (Lenin) al servicio de ideales izquierdosos, que lo que quieren es oprimir al débil.
Hoy la nueva izquierda está disfrazada y detrás de esto están los grandes poderes económicos del mundo, como hoy señalamos al Covid 19, reduciendo la vida, los seres.
Aprobación del aborto, ¡solo como un mecanismo de la reducción de la humanidad! ¿Por qué?, porque saldría más económico en este mundo, se reduce el suministro de recursos naturales, la contaminación, la seguridad alimentaria.
Pero su final es caer, caerán estas propuestas, porque así es la vida, que el Creador nos dio: “Creced y multiplicaos” (Génesis 1:28)
“Los pobres siempre los tendréis con vosotros” (Marcos 14:7)
Y el deber mío y de cada uno de nosotros es ayudar y cumplir lo establecido el 17 de octubre como el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, y es lo que grandes líderes ya deben empezar y sembrar, el futuro equitativo y de oportunidades.
Es el comienzo de una democracia justa, no inclinada a oprimir al otro para reinar eternamente.
