En las primeras semanas de este año desde esta tribuna, El Universal se quejaba de la ausencia de nativos de nuestro terruño en ministerios o agencias del primer nivel en el Gobierno nacional.
En contraste, cuestionábamos que no pocos servidores públicos oriundos de municipios de otros departamentos de la región Caribe han sido designados por el presidente Duque en cargos del más alto grado en la administración central los cuales, por razones naturales, “jalan” proyectos y recursos, algunos de enormes cuantías, para sus ciudades de origen, mientras que por estos lares las obras de la nación son exiguas.
No está en discusión que un alto miembro del gabinete presidencial tiene la vocación de liderar, acelerar y facilitar gestiones para que, proyectos de interés de su terruño, finalmente sean incorporados y ejecutados con recursos del erario central.
Por lo anterior, ha caído muy bien el anuncio del nombramiento del cartagenero Irvin Pérez como presidente del Fondo Nacional del Turismo (Fontur), entidad creada para fungir como instrumento para el manejo de los recursos provenientes de la Contribución Parafiscal para la Promoción del Turismo, cuyos recursos se destinan para la ejecución de planes de promoción y mercadeo turístico tanto a nivel nacional como en las regiones.
Su importancia es estratégica en la medida que, para lo que queda del actual periodo presidencial en el que Irvin Pérez debería ostentar este nuevo cargo, Fontur ejecutará proyectos de infraestructura turística por más de 200 mil millones de pesos. Es lógico esperar que Cartagena de Indias y los municipios con vocación turística en Bolívar se vean beneficiados en su administración, para lo cual necesitará de un acompañamiento positivo y enérgico de su ciudad y la región. Nada le haría más fácil el servicio que mantener la unidad alrededor de su nombramiento y ejecuciones, partiendo del aprovechamiento estratégico de las oportunidades que brinda el territorio.
El hecho de que Irvin Pérez tenga más de 20 años de experiencia en cargos en el sector turístico pronostica que pondrá su mejor empeño en acompañar los planes y proyectos para procurar la más pronta y segura reactivación económica regional de la industria sin chimeneas hacia la pospandemia.
El presidente Duque seguramente tendrá claro que esta designación le enaltece frente a la ciudad y el departamento. Aunque no es un cargo del nivel de un ministerio, muestra una buena señal de que comienza a mirar hacia esta tierra de la cual ha dicho que se siente parte por sus ascendientes cartageneros; ello permite esperar que solo sea el primer nombramiento de otros que la segunda economía de la Costa, hub industrial y de hidrocarburos estratégico del país, con más del 50 por ciento de las operaciones de aduanas, sede alterna de la Cancillería y destino turístico principalísimo de la nación, se merece.