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El discurso del miércoles

“No tenemos base para afirmar que ese complot no está ocurriendo. Pero sí quedarnos con la dudad de la veracidad de esas afirmaciones”.

Este miércoles, en el marco de las marchas convocadas en apoyo a las reformas promovidas por el Ejecutivo, el presidente ofreció un discurso centrado en la sustentación de la tesis que lanzó días antes, referida a la gestación de un golpe de Estado “blando” que debe ser contenido por el pueblo en las calles.

Esta vez no se limitó a asegurarse que el mensaje llegara a los congresistas que no están comprando la aprobación, a pupitrazo limpio y sin discusión independiente, de los textos originales de los proyectos de reformas propuestas. El mandatario extendió su diatriba a otros sectores sociales, singularmente de la Sociedad Civil.

En su tesis, empresarios, medios de comunicación y “la burguesía”, están en contubernio para derrocarlo lenta pero progresivamente. El tiempo dirá si esa teoría es veraz. Pero, entre tanto, sería más sensato que se sentara a pensar qué de lo que están diciendo de su gestión, y de quienes se han ganado su confianza o que pertenecen al sanedrín del poder central, es verdadero o falso.

El presidente pudiera invertir tiempo para revisar lo que puede estar causando una caída tan acelerada en su popularidad y en la confianza en su estilo o línea de mandato, si las encuestas que hemos conocido no están erradas. Y si lo están, como así lo expresó en su discurso, pues debería tener la claridad con sus gobernados de mostrar la o las encuestas hechas por el Gobierno o por terceros que indican lo contrario. Mientras esas otras encuestas no se den a conocer, no tenemos razón para dudar de las que sí se han publicado.

Sorprende que el presidente haya afirmado que sus contradictores “... sacaron esas mentiras porque hay una estrategia...” que él desea que sus gobernados entendamos y confrontemos; o que “... quieren destruir el apoyo popular del Gobierno para tener un Gobierno solo..., quieren aislar al Gobierno de Petro de su pueblo..., quieren construir desconfianzas en la base popular...”.

No tenemos base para afirmar que ese complot no está ocurriendo. Pero sí quedamos con la duda de la veracidad de esas afirmaciones. Esa duda se acabaría si el presidente compartiera los informes de inteligencia que prueben la supuesta alianza de golpistas, porque semejante afirmación no puede ser lanzada por quien es el comandante supremo de las FF. MM. y cabeza constitucional de la inteligencia militar, sin que esté soportada en pruebas. Lo contrario sería una mera especulación presidencial, que pierde fuerza cuando se mira lo que está pasando a su alrededor.

En efecto, eso que el presidente califica como mentiras que “sacaron” “porque hay una estrategia”, entendemos que se refiere a los audios revelados por Semana, relacionados con las asquerosas esputaciones del exembajador en Venezuela y las supuestas decisiones tomadas por su exjefe de gabinete y/o agentes del Gobierno.

El tema amerita continuarlo mañana.

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