<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Zapata

En marzo se cumplirán cien años del nacimiento del médico, antropólogo, investigador y escritor Manuel Zapata Olivella, quien nació en 1920 en Lorica (Córdoba), desde donde salió a recorrer el mundo y a publicar su prolífica obra sobre la identidad colombiana, haciendo énfasis en el elemento afro, al cual pertenecía.

A Zapata le gustaba relatar que descendía de una abuela que había sido esclava en la época de La Colonia. Un día, cuando el futuro relator era apenas un niño, vio a través de la penumbra a la abuela cambiándose de ropa y dejando ver una marca circular en el inicio de sus nalgas. “Es la carimba –le explicó– que los amos nos ponían con un hierro caliente, para señalar que les pertenecíamos, así como se hace con las vacas y los caballos”.

El Ministerio de Cultura de Colombia anunció, desde el año pasado, que el 2020 será el año de Zapata. “Durante 2020 –comunicó– vamos a tener actividades académicas en torno a la vida y obra de Zapata Olivella. También en la Feria del Libro de Bogotá, en la Feria del Libro de Madrid, y en las ferias regionales del libro. Vamos a movilizar la Red de Bibliotecas Públicas para que divulgue la obra y desarrolle actividades de promoción de lectura en torno a ella (...)”.

A Zapata le gustaba decir que había sido el primero en tratar la violencia en la literatura colombiana, algo que los estudiosos identifican en la trilogía de novelas ‘Detrás del rostro’, ‘Tierra mojada’ y ‘Chambacú, corral de negros’, donde se cuestionan, por primera vez, las estructuras del poder y la lucha entre quienes lo tienen todo y quienes nada tienen.

De Zapata se cuenta que fue el causante de que Gabriel García Márquez se hubiera convertido en periodista, al llevárselo (casi que a rastras) a Clemente Manuel Zabala, jefe de redacción del recién fundado periódico cartagenero El Universal, aunque al Premio Nobel solía ‘olvidársele’ ese detalle cuando rememoraba los inicios de su vida como reportero y articulista.

Posteriormente Zapata volvió a tener en cuenta a García Márquez cuando emprendió una gira por Europa, acompañado de una delegación de grupos folclóricos del Caribe colombiano y de la Región Pacífica.

Dicen los especialistas en la obra de Zapata, que es un error de la crítica ubicarlo únicamente en el contexto de lo afro, dado que la realidad es que su escritura fue universal: tocó la multiculturalidad del continente americano y su relación con el resto del mundo, tal era la concepción totalizante que tenía de los seres humanos y de la época en la que le tocó vivir y escribir. Zapata falleció en Bogotá el 19 de noviembre de 2004. Hasta esa fecha se siguió hablando de ‘Chambacú...’ y de ‘Changó, el gran putas’ como sus libros más emblemáticos, como si en sus numerosas publicaciones no hubieran tempranas propuestas de vanguardia para la literatura universal.

¿Será que Zapata aún es un desconocido?

*Periodista.

Más noticias