Según encuestas y realidades hoy el casi seguro presidente, Gustavo Petro, nacido en Ciénaga de Oro el 19 de abril de 1960, hablará en Cartagena y con sus humanistas propuestas de renovación productiva sostenible, convocará a que unidos derrotemos el modelo neoliberal autoritario de desigualdad, hambre e injusticia social, y que cambiemos la historia convirtiéndonos en una potencia mundial de la vida. Las manifestaciones pacíficas en todo el país expresan “una superación del dolor y el miedo, y la esperanza que de allí brota fortalece con su magia la voz, la voluntad de cambio” y el optimismo de poder derrotar la muerte y ganar la elección, incluso, en primera vuelta. Lo popular se desató y las encuestas, una y otra, indican la tendencia de una distancia de Petro sobre Gutiérrez, que luego de su primer envión, no crece pese a la manipulación, sus maquinarias electorales y las presiones indebidas en organizaciones empresariales. La encuesta de YanHaas es diáfana: Petro (P) dobla a Gutiérrez (G) 40% a 21%. Visto por regiones el panorama es revelador: Bogotá (P) 51% (G) 12%; Caribe (P) 49% (G) 23%; Centro Oriente (P) 25% (G) 12%; Pacífico (P) 63% (G) 13%; que gana en Antioquia Eje Cafetero (P) 23% (G) 38%. Y ni qué decir por edad: de 18 a 44 años por (P) 46% (G) 16%; de 45 a 55... (P) 32% (G)27%. El temor al cambio es de los mayores de 45 años.
Según, si hay 2° vuelta, Petro ganaría 47% a 34 y salvo en la de Guarumo que empatan, en las otras lo reiteran.
Tienen aprensión y explotan el miedo a lo nuevo, a lo diferente, se evidencia en la manipulación de odios en las redes y apoyos impunes del presidente Duque, para quien la expresión social acumulada es populismo y la democracia, solo es viable si ganan los de siempre y los que no podrán abusar más. Con la mayoría que somos, Petro podrá cumplir y liderar la liberación del neoliberalismo, el clientelismo y la corrupción.
No les cabe que en Colombia se elija a un probado líder justiciero, forjado en la dificultad, el compromiso integral, el conocimiento. Participante en la Constitución del 91, congresista y exalcalde de Bogotá, posee la solidez para enfrentar las presiones y asumir los riesgos de encabezar y encausar en un Pacto Histórico pluripartidista, la fuerza de un sueño colectivo: producir, integrar, vencer el hambre y generar el consenso para alcanzar la paz con justicia social y ambiental.
Junto con Petro aprendimos a ser demócratas y nacionalistas, venimos del Quijote y Rousseau, de Cien Años de Soledad y Jaime Bateman. Somos anti oligárquicos, de la cantera de un M-19 que nació en respuesta al fraude que, para perpetuarse, liberales y conservadores consumaron el 19 de abril de 1970. En 1990 firmamos la paz no una rendición. Lo he dicho: la historia es una metáfora incesante. En estos 32 convulsos años navegados, en la independentista Cartagena de Indias, también se consolida este momento de unidad en la diversidad.
*Abogado ambientalista y comunicador.
