El salario mínimo (smlv) no solo es una conquista social de la clase trabajadora, sino que es un elemento de la política macroeconómica estatal, de redistribución del ingreso que también puede incentivar el consumo y reducir la pobreza.
El Premio Nobel de Economía 2021 fue otorgado entre otros a David Card, quien desde principios de 1994 fue centro de atención junto a Alan B. Krueger, por sus investigaciones sobre los aumentos del salario mínimo y la reducción del empleo.
Concluyen que contrariamente al pensamiento aceptado entre los economistas, el aumento del salario mínimo justo y digno anualmente, no se había traducido en una reducción de puestos de trabajo.
El papa Francisco abogó el 16 de octubre del 2021, advirtiendo las graves consecuencias del modelo neoliberal y la crisis de la pandemia, que ha aumentado la desigualdad, la pobreza y llama a rectificar parte de esa situación.
Establecer un salario mínimo universal, una reducción de la jornada laboral, en la dirección de generar ingresos y un pleno empleo, para que todos puedan tener acceso a los más elementales bienes de la vida.
Empresarios como Carlos Mario Giraldo, presidente del Grupo Éxito, y Carlos Arango, de Constructora Bolívar, en una visión prudente concuerdan en que el aumento salarial debería estar levemente arriba del dato de inflación.
Crear un salario mínimo empresarial fue realizado por Luis Aurelio Díaz, gerente general de Oikos Constructora, que podría aumentar en términos reales la capacidad de compra de los trabajadores ocupados, que son cerca del 51%.
Las confederaciones y asociaciones de pensionados han exigido históricamente justicia al Estado y sus gobiernos, para que el incremento de sus mesadas anuales sea con el salario mínimo y no con el IPC.
Razón han tenido los trabajadores, basados en su experiencia y los datos empíricos, que aumentar los Smlv de forma visionaria, contribuía a mejorar la economía por mayor demanda de bienes y servicios, y por consiguiente el empleo.
El incremento del Smlv es tenido en cuenta por las administraciones de los edificios, matrículas de los colegios, el transporte, multas de tránsito, las viviendas de interés social, entre otros. El llamado es que hay que tener presente su impacto.
Estas reflexiones para el aumento del 2022, deberían modificar el ritual fracasado de éstas negociaciones, derrumba la cantaleta predilecta de empresarios y del gobierno, que han tenido en la comisión de concertación en los últimos 30 años.
Aterrizar en un aumento concertado tripartito que sume $1 millón de pesos en el año 2022 y que el aumento de la mesada pensional sea por el del smlv.
*CUT Bolívar.