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Perdió el periodismo

Es necesario referirse a los temas de actualidad en Colombia, en especial la contienda que acaba de terminar para elegir Presidente de la República, pues es difícil no hacerlo cuando las reglas democráticas de un país son los pilares que determinan la esencia de la justicia social, por el solo hecho de que el pueblo pueda escoger a sus gobernantes, quienes de alguna manera regirán nuestros destinos, siempre en búsqueda del tan anhelado bien común.

Dentro de ese contexto democrático es importante estar informados con objetividad de todo el acontecer nacional, garantía que tenemos gracias a la valiosa libertad de opinión, siempre que esta sea sin sesgos, que vaya más allá de la ideología, fundada en la verdad que muestra la evidencia. Y, cuando quiera que se trate de un criterio personal, es indispensable decirlo, para poder distinguir entre una opinión y un despliegue informativo. El periodista, en el contexto que está cubriendo, tiene que dejar claro el interés que tenga, sea material o ideológico, sino constantemente vamos a tener noticias parcializadas que hacen un gran daño al régimen democrático.

El advenimiento de las redes sociales y demás medios de comunicación trajo la posibilidad de que cualquier información o noticia se divulgue de manera rápida, ello implica que los periodistas y demás influenciadores, en épocas electorales cuenten con un superpoder, ya que su opinión con respecto al voto se multiplica, pues cuando se habla reiteradamente sobre la razón de ser del sufragio, este suele ser emulado por un sector de la masa social. Por eso, este oficio debe ser asumido con integridad, solvencia moral, cualidades altamente éticas y siempre aclarando sí se trata de una opinión o noticia, porque la sociedad confía en el profesionalismo y en esa posición privilegiada de generar y transmitir contenido en el ejercicio de un derecho constitucional.

Para este certamen por la presidencia que ya terminó, uno de los grandes perdedores fue el periodismo, salvo algunas excepciones, no se vio una muestra objetiva de trabajo, este se polarizó en dos posturas alejadas, cuya misión era defender el interés ideológico, material y personal; al estilo de los bodegueros; se armaron en bandos para atacarse con una parcialidad propia de la guerra. Se usaron portadas sugestivas, falsedades, comentarios viles, impertinentes e impenitentes, se maximizaron hechos triviales y lo más grave, se negaron a ver e informar sobre los defectos del contrincante.

Lamentablemente actuaron como estrategas de campaña y jefes de propaganda, renunciaron a la búsqueda imparcial de la verdad para comunicar con suficiencia al pueblo que muchas veces tiene que creer lo que ellos pregonan. Perdieron algunos periodistas que hicieron trizas la confianza que la sociedad les deposita, por otro lado, no podemos negar que triunfó la democracia, cuya base es y debe seguir siendo la Constitución y la ley.

*Abogado.

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