La democracia es la organización política del Estado que defiende el pluralismo y la participación, ambos son mecanismos que evitan su destrucción y burocratización. La democracia, la opinión pública y el debate parlamentario son elementos indispensables e interrelacionados.
Son fundamentales los partidos políticos que coordinan y defienden los intereses de la sociedad con el Estado. La democracia moderna es imposible sin las colectividades políticas, que están destinadas a orientar las motivaciones ciudadanas. Los partidos movilizan la participación, agilizan los intereses de los mismos, son fundamentales en la democracia, sirven de receptores y voceros de las inquietudes ciudadanas, tienen relación con el Estado y la sociedad. En ese orden de ideas y a manera de fundamento teórico e ideológico vale la pena traer a colación una reflexión de las tantas del profesor italiano Norberto Bobbio relacionadas con el Estado democrático y el Estado liberal para así reafirmar esas consideraciones: “El Estado liberal y el Estado democrático son interdependientes en dos formas: Primero: en la línea que va del liberalismo a la democracia, en el sentido de que son necesarias ciertas libertades para el correcto ejercicio del poder democrático; Segundo, en la línea opuesta, la que va de la democracia a liberalismo, en sentido de que es indispensable el poder democrático para garantizar la existencia y la persistencia de las libertades fundamentales. Es poco probable que un Estado no democrático sea capaz de garantizar las libertades fundamentales. La prueba histórica de esta interdependencia está en el hecho de que el Estado liberal y en Estado democrático cuando caen, caen juntos”.
Los resultados de las elecciones en Colombia acogieron la propuesta de paz del presidente Gustavo Petro Urrego. Cuando la crisis es mayor se pierde la confianza en que los poderes públicos garanticen su situación, la democracia es puesta en peligro. Las teorías revolucionarias afirman a menudo que en las situaciones de crisis cuando estallan las luchas de clase los juegos políticos son irrisorios, surgen los actores colectivos de la historia, preparando el triunfo de una revolución popular. Debemos recordar que en el totalitarismo en la Alemania de 1929 la mayoría de la población se dejó arrastrar por Hitler y la acción violenta de las S. S. del Partido Nacional Socialista. Alain Touraine señala la diferencia entre los líderes que pueden surgir, por ejemplo, en el caso de Francia en 1958 el general Charles De Gaulle, que, en lugar de convertirse en un dictador por las circunstancias políticas externas con respecto a Argelia, prefirió fortalecer las instituciones republicanas.
En América ciertos líderes providenciales que aparecieron en razón a la crisis de la democracia permitió que los mismos con el tiempo cayeran en la tentación autoritaria. Iniciaron la modificación de las constituciones de sus países, en beneficio propio, para perpetuarse en el poder.
La decisión mayoritaria de los colombianos afortunadamente fue la de buscar la paz con el presidente Gustavo Petro Urrego.