Desde 1841, con la muerte inesperada del noveno presidente constitucional de los Estados Unidos de América (EEUUAA) William H. Harrison, la seguidilla de fallecimientos de los primeros mandatarios de ese país en ejercicio del poder es una constante repetida en siete fatales ocasiones, que fueron pronosticadas por la astrologa estadounidense Evangelina Adams, (emparentada con el expresidente norteamericano John Quincy Adams), quien pronosticó que todos los presidentes de ese país elegidos en ciclos de veinte años, en años terminados en cero, perecerían antes de concluir su mandato.
La lista confirmatoria de esta fatalidad presidencial continuada y vaticinada por la señora Adams, (que nació después de esta primera muerte), como ya se ha dicho, la encabezó William H. Harrison, elegido en 1840 y posesionado el 4 de marzo de ese mismo año; quien justamente duraría una anualidad en el cargo al morir por una neumonía en esa fecha misma de 1841.
Hay que decir, que Harrison fue el primer estadounidense en visitar a Colombia con funciones oficiales previo a su elección como presidente de su país, cuando vino como delegado en 1828 y tuvo que abandonar prontamente el país por desavenencias profundas con el libertador y general Simón Bolívar y Palacios.
Secuencia fatal
Después de Harrison, los fallecimientos continuos de presidentes gringos elegidos en fechas coincidentes de ciclos de veinte años y terminados en cero lo conforman Abraham Lincoln elegido en 1860 y muerto el 15 de abril de 1865 (Viernes Santo) de un pistoletazo propiciado por Wilkes Poot a la salida del Teatro Ford de Washington; James A. Garfield, elegido en 1880 y muerto de dos balazos disparados por un sujeto de apellido Guiteau el 2 de julio de 1881.
El cumplimiento del vaticinio prosigue con William McKinley elegido en 1900 y asesinado el 14 de septiembre de 1901 por el anarquista León Czolgozt; Warren G. Harding elegido en 1920 falleció intoxicado después de haber comido cangrejos el 2 de agosto de 1923; Franklin Delano Roosvelt elegido en 1940 como el 32° mandatario de EEUUAA murió el 12 de abril de 1945 a menos de tres meses de haber jurado por tercera vez ese cargo y el último de esta racha fatídica, John F. Kennedy elegido en 1960 y muerto un año después en 1961, oficialmente a manos de Lee Harvey Oswald.
De esta predicción mortal en los períodos coincidentes con el vaticinio, solo han escapado a ella Ronald Reagan elegido en 1980 pero que estuvo a punto de perecer por el atentado a bala cometido en su contra por el trastornado mental John Hinckley el 30 de marzo de 1981 y George W. Bush elegido en 2000 en controvertidos comicios, en cuyo mandato tuvo que afrontar una de las peores tragedias de la historia de los EEUUAA como fue el ataque terrorista a las Torres Gemelas en septiembre de 2001.
Es de anotar, que desde antes de los comicios de noviembre de 1960 en EEUUAA se renovaron los rumores sobre quién podría ser el próximo presidente fallecido, por la probabilidad del cumplimiento de esa profecía de Evangelina Adams, cuando en la palestra de la contienda electoral de ese año se disputaban la primera magistratura como favoritos, los candidatos John FitzGerald Kennedy (finalmente elegido), Richard M. Nixon y Adlai Stevenson.
Desde noviembre de 2020 con la elección de Joe Biden como el 46° presidente de los EEUUAA el interrogante a la confirmación de este pronóstico sigue en suspenso 60 años después de su último cumplimiento.
Hay que señalar que Evangelina Adams fue una de las principales astrologas de la historia, pionera de las consultas radiales y a distancia que vaticinó otros importantes acontecimientos como la Segunda Guerra Mundial que se encarna como tal con la entrada de los EEUUAA luego del ataque de los japoneses y otros sucesos domésticos y personales de carácter local y mundial, la mayoría de ellos coincidentes, según sus predicciones, con la entrada de Urano en todas las casas zodiacales cada 96 años y que pronostican un trágico acontecimiento mundial para 2026.
- Periodista profesional