Como territorio seguimos enfocados hacia la recuperación económica sectorial, aunando esfuerzos desde lo público y lo privado por la competitividad y la reactivación. Lograrlo es cuestión de tiempo y sinergia, apalancados en la puesta en marcha de proyectos que aporten a la sostenibilidad y desarrollo.
De forma paralela a los planes de reactivación económica, el megaproyecto de Protección Costera de Cartagena avanza, y con la reciente definición de su empresa interventora por parte de la Ungrd, nos proyectamos hacia una ciudad más competitiva en el sector turístico, en materia de sostenibilidad e impacto ambiental, evitando el riesgo de erosión a largo plazo y aportando valor a la ciudad en movilidad, beneficiando a los moradores de la zona, y a los cartageneros en general.
Las obras de adaptación y de protección costera no solo representan una latente mejoría para mitigar y prevenir la erosión en la zona del litoral, sino que también disminuyen el riesgo futuro a más del 80% de los barrios que se verían afectados con el aumento del nivel del mar, de acuerdo al Plan 4C.
El plan, que contempla la conformación de 80 metros de nuevas playas en Bocagrande, constituye una oportunidad valiosa para potencializar la oferta turística de la ciudad, toda vez que se encuentran en auge los planes outdoor por razones bioseguras, y es una tendencia que se mantendrá por mucho tiempo.
Cartagena permanece entre los sitios más buscados por turistas nacionales y extranjeros. Según Anato, es uno de los destinos nacionales más visitados por los colombianos en esta temporada, y por otro lado, más de 1,4 millones de pasajeros se han movilizado el aeropuerto Rafael Núñez desde la reactivación de las operaciones aeroportuarias en septiembre de 2020, siendo junio el mes con mayor tráfico.
Este proyecto, que comprende desde el túnel de Crespo hasta el espolón Iribarren en El Laguito, pasando por la avenida Santander y la carrera Primera de Bocagrande, marca la historia de la ciudad, transformando una debilidad en oportunidad con beneficios transversales como mayor atracción de inversión para instalación y macroproyectos en el territorio.
La vocación turística de Cartagena se consolida aún más con este tipo de proyectos, ya que será un jalonador de turismo nacional e internacional, y por ende, propiciará la generación de empleo, dinamización de la economía y potencialización de actividades conexas al sector, como el comercio, el alojamiento y el entretenimiento, que son la mayor parte del tejido empresarial de la ciudad y la apuesta productiva más grande del departamento. Hoy vemos este proyecto desde lo macro, convencidos de las ventajas que traerá al territorio.
*Directora Ejecutiva Invest In Cartagena.