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El Aquarela y sus consecuencias

“Hay algo más que todo el mundo por lo visto ha olvidado y que debe considerarse el verdadero problema que se le avecina a Cartagena si la mole del Aquarela queda en pie (...)”.

En El Universal del pasado 5 de diciembre salió publicado un nuevo concepto en torno a este polémico inmueble, esta vez de mi buen amigo e ingeniero Arnoldo Berrocal, en la cual, ante una consulta de los constructores del edificio sobre si este se podría “perfilar” demoliendo la parte que se construyó sobre la zona de espacio público que es preciso restituir según lo ordenado en un fallo policivo, responde afirmativamente. Dijo, además, que “demoler el edificio no tiene ningún sentido”, frase con la que el periódico tituló a grandes letras la publicación aludida.

Esta frase me motivó a intervenir, no para proponer esto o aquello, sino para recalcar que todo lo que se ha escrito solo ha servido como distracción para dilatar la demolición total del edificio, cuya orden pesa sobre el alcalde Mayor, emanada de la Contraloría General de la República.

Pero hay algo más que todo el mundo por lo visto ha olvidado y que debe considerarse el verdadero problema que se le avecina a Cartagena si la mole del Aquarela queda en pie, “perfilado” o no, cual es la sentencia de la Unesco de quitarle a la ciudad el título de Patrimonio de la Humanidad, dictamen que se sustenta en la amenaza que representa el edificio para la conservación de los atributos que sustentan el Valor Único Excepcional de Cartagena de Indias y del Castillo de San Felipe de Barajas.

El comité de Patrimonio Mundial de la Unesco tendrá su próxima sesión a fines de 2020 y allí analizará el estado del patrimonio mundial, para lo cual, en el caso de Colombia, el Ministerio de Cultura debe enviarle un reporte actualizado sobre el estado del patrimonio de Cartagena. ¿Qué puede decir ese informe, cuando los cartageneros no hemos sido capaces de proteger nuestra herencia española y seguimos tratando de defender lo indefendible, con unas autoridades que le dieron luz verde a un edificio de 32 pisos y cuatro gemelos más a solo 200 metros del monumento más importante de la época colonial en América?

Cartagena vive del turismo, especialmente del internacional, que le deja muchísimos dividendos y es un generador de empleo supremamente importante. El turismo internacional toma principalmente como foco de sus visitas los sitios históricos, especialmente aquellos que figuran en la guía de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

Si Cartagena pierde ese título, no es para nada exagerado pensar en el enorme detrimento que ello le causaría, al igual que a todas las personas, familias y comercios que devengan su sustento del turismo. Incluso se afectaría también la Nación entera, por ser Cartagena su única ciudad referente a nivel mundial como destino turístico por excelencia.

*Arquitecto.

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