Las primeras hipótesis por el asesinato del fiscal Marcelo Pecci apuntan a que era seguido por hombres del crimen organizado desde Paraguay. Sin embargo, que Pecci fuera baleado en una de las playas más publicitadas de la Cartagena insular, aumentó los cuestionamientos contra William Dau.
Las críticas se han dado por la oleada de violencia que golpea desde hace meses a esta capital y la convierte en territorio fértil para ejecuciones como la de Pecci. Ciudadanos critican, especialmente, al alcalde por dos decisiones recientes.
La primera es la Operación Lázaro contra el crimen, que comenzó el 31 de marzo e incluye más pie de fuerza y presencia policial en las calles ante una disputa territorial protagonizada por 36 bandas. Dos semanas después del lanzamiento de esa estrategia, la Policía y la Alcaldía reportaron menos atracos y más capturas.
En Cartagena, por el contrario, la sensación generalizada es que esa estrategia se ha quedado corta ante la disputa por las rutas del narcotráfico y los profundos problemas sociales de esta capital. Los asesinatos ocurridos entre abril y mayo refuerzan esa idea, sobre todo los más mediáticos: el de un hombre con narcoantecedentes, en una chiva rumbera en La Boquilla; los de tres habitantes de calle en El Pozón y el del dueño de una discoteca. De allí que haya voces clamando mayor atención del Gobierno Nacional.
Hasta el 1 de mayo, cuando habían transcurrido 121 días de 2022, esta capital ya sumaba 118 homicidios. Los últimos meses también se han multiplicado los atracos, las riñas y las denuncias por venta de droga. Delitos que incluso ocurren en zonas turísticas como el Centro.
Todos esos hechos tienen disparada la percepción de inseguridad, según reciente encuesta del Dane. Y es que Cartagena cerró 2021 con una tasa de casi 22 homicidios por cada 100.000 habitantes, un punto más alta que la de 2020 y casi cuatro por encima de la de 2019. Aunque el indicador de homicidios es mucho más bajo que los registrados entre 2012 y 2016.
La segunda razón por la que le critican a Dau su política de seguridad es por el nombramiento de Paola Pianeta en la Secretaría del Interior. Esta comunicadora social, con Maestría en Conflicto Social y Construcción de Paz, es la encargada de implementar junto a la Policía Metropolitana la Operación Lázaro.
Que esa labor crucial esté en manos de una comunicadora, con más experiencia como periodista, activista de género y defensora de derechos humanos, pero poca trayectoria en seguridad y defensa, es lo que más ha generado críticas. De hecho, antes de llegar a esa cartera, Pianeta se desempeñaba como jefa de la Oficina de Comunicaciones y Prensa de la Alcaldía.
En medio de esta ola de inseguridad y de crisis reputacional tras el crimen de Pecci, Dau salió de vacaciones. Estará por fuera nueve días y regresará el 23 de mayo. Si bien tiene derecho a descansar, la coyuntura para ausentarse no parece la más oportuna.
*Cofundadora de La Contratopedia Caribe.