Estas últimas semanas se ha hablado de la posición de Cartagena respecto a otros destinos en la lista de los que atraen más turistas: que ciudades como Bogotá o Medellín superen a Cartagena es preocupante para el sector y para el país. No es tiempo de evaluar el porqué de esos primeros lugares de otros destinos, más bien, tenemos que ser realistas y lo cierto es que Cartagena ha bajado muchos escalones por su falta de seguridad, control a la informalidad, por el daño al ambiente y la falta de recursos para promoverla.
Esa vocación que ha caracterizado a nuestra gente por su honestidad, amabilidad y servicio se ha perdido. Algo no marcha bien en nuestro destino, no en vano vemos titulares de medios que informan sobre escándalos por abusos a visitantes, inseguridad y poca conciencia de algunos prestadores turísticos, la mayoría informales, en tarifas excesivas a nacionales y extranjeros.
Estamos ante una falta de gobernabilidad y de un líder que aglutine a los sectores sociales y empresariales para trabajar por una mejor ciudad, y es justo desde el distrito que esperamos ese liderazgo para atacar la inseguridad, formular políticas que favorezcan el medioambiente, controlar la informalidad, así como educar y formar a prestadores de servicios turísticos.
Las recientes palabras del alcalde William Dau, quien dijo que no hay recursos para invertir, se traducen en falta de liderazgo y visión. Debería focalizar su esfuerzo, bien sea con el Gobierno nacional o través de ayudas con la empresa privada. El sector privado y los gremios siempre hemos estado con las puertas abiertas para trabajar con la administración pública y propender por un turismo de calidad.
Recordemos que Corpoturismo (Corporación Turismo Cartagena de Indias) es un ente mixto -público y privado- que nació por iniciativa del sector privado; busca mejorar la competitividad turística de Cartagena y tiene que seguir trabajando en las líneas básicas trazadas: mejorar la infraestructura, la educación y promoción de la ciudad.
Corpoturismo no es una secretaría de turismo: no tiene las atribuciones de ejercer control y sanción, esta función es de la Secretaría General de la Alcaldía, pero sí es el escenario donde distrito y gremios deben trazar las políticas que conduzcan a Cartagena a lograr esa calidad turística deseada para que retome el liderazgo y reconocimiento a nivel nacional e internacional.
Es irónico que haya sido la tiranía española la que nos dejó este patrimonio arquitectónico que hoy llama la atención de todo el mundo y por la cual Cartagena fue declarada patrimonio de la Unesco. Además fuimos bendecidos por una naturaleza y geografía con caños, ciénagas, laguna, playas y una zona insular que no se cuida ni preserva por las autoridades... ¿qué sería de Cartagena sin ellos?