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Cantando versos bonitos...

Ay, el 26, del mes de mayo, nació un niñito en el año 57. La Junta, su cuna, en La Guajira se encontraba, y Diomedes Díaz su nombre llevaba. Desde temprana edad, se escuchaba su voz melodiosa, que auguraba el éxito y la fama gloriosa.

Con el tiempo, su talento se fue puliendo, y el vallenato en su voz fue floreciendo. “La Reina” se alzó como un himno del amor, conquistando corazones con su dulzor. “Mi Primera Cana” hablaba de la vida que avanza, mientras “Sin Medir Distancias” mostraba sus esperanzas.

Diomedes, el ídolo, embelesaba a la multitud. Su música, llena de pasión y gratitud, traspasaba fronteras y alcanzaba lo más alto. “Tu Cumpleaños” se celebraba con su canto, y en cada acorde la alegría se desbordaba, la gente en masa bailaba, como “Caracoles de Colores” en una isla encantada.

Pero no todo fue luz en su camino, tragedias y tormentos también lo persiguieron. “El Cóndor Herido” narraba sus luchas internas, mientras “Amarte Más No Pude” mostraba sus penas eternas. Diomedes también tuvo sus demonios y parte de su vida manchada, pero su música sigue siendo un bálsamo para los oídos de su Fanaticada.

Sus interpretaciones y letras, cargadas de nostalgia y poesía, tocaban las fibras más profundas del alma. “La Juntera” y “Mi Biografía” eran pinceladas de su historia contada con maestría. Desde el alba sonaba “Tu Serenata”. Su legado se forjó en cada verso, en cada estrofa, convirtiéndose en patrimonio de la música vallenata.

Hoy, su voz ya no resuena en este plano terrenal, pero sus canciones continúan siendo inmortales, como un “Lucero Espiritual”. Diomedes Díaz, el cantor de amores y desvelos, dejó una huella imborrable en los corazones de tantos anhelos.

Su nombre vive en cada acorde, en cada melodía, recordándonos que el vallenato sigue siendo sinónimo de magia y alegría. O si no imagínense una parranda con Juancho Rois a su lado tocando todavía... Así, como en “Mis mejores Días”.

Sí, el niñito que nació un 26 de mayo, se convirtió en leyenda en cada rincón del vallenato. Y “Aunque Se Está Pasando El Tiempo”, su legado perdurará en la eternidad, porque Diomedes Díaz, el gran cantante, jamás se irá.

*Periodista. Twitter: @javieramoz

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