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Ángeles somos de corazón contento

Una superfundación para el bien común.

Cuando el doctor Sagbini me llamó para comunicarme la voluntad de la junta directiva de Ángeles Somos de incluirnos en las actividades de su fundación, confieso que me sentí muy orgulloso y honrado de formar parte de un grupo tan importante de cartageneros de bien que solo piensan en el interés comunitario y se quieren constituir en una veeduría ciudadana que vele por el bien común.

Y cuando se comienza a fraguar algo positivo para la gente, algo positivo sucede para ayudar a realizarlo.

Vamos por orden, por medio de mi enfermera, la gran Palmina Alvis, supe de la existencia de una casa para ancianos de la tercera edad en el barrio Zaragocilla, Refugio la Milagrosa, de ciudadanos abandonados por sus familias que Sor Paola recibe y milagrosamente aloja y alimenta, y apenas decidimos adoptar a estos 70 viejitos llegó una donación de leche en polvo y de arroz que comenzaron una carrera para abastecer al refugio y un grupo de gentes que además de donar para Corazón Contento quiere participar en la manutención de estos abuelos abandonados por su propia familia que a través de nosotros y de ustedes han encontrado una familia más numerosa que no le va a hacer faltar nada, hasta cine les tenemos, cuando le conté a mi amigo Munir Falah Issa, presidente de Cine Colombia, me ofreció enseguida una invitación para todos incluidos crispeta y refresco, así que nos vamos a cine abuelos, y mi amigo Juan del Mar, gran restaurantero de San Diego, me ofreció su colaboración mensual para que Sor Paola no tenga más problemas de alimentos, y la directora operativa de Corazón Contento, Agripina Perea, ya se enamoró del proyecto y va a mantener una bodega exclusiva para los abuelos.

Cuando se dice “haz el bien y olvídelo”, yo respondo “haz el bien y cuéntalo”, porque seguro algún otro querrá participar en esta carrera hacia el bien común. Así que hagamos un pequeño balance de nuestra actividad solidaria número 1 Corazón Contento de 250 a 300 almuerzos de lunes a viernes, más un espacio que provee una educación no formal, a través de nosotros alimentamos a 150 niños del barrio Villa Hermosa en Nelson Mandela, donde la gran doña Ludis, que sin ayuda de nadie está construyendo un verdadero colegio, Los Hijos de Jesús, a la fundación Abrazando Esperanzas le colaboramos con aporte de alimentos a los niños de la calle de El Pozón y al refugio La Milagrosa en Zaragocilla le colaboramos en todo lo que podamos.

Y ahora la gran sorpresa de unirnos a Ángeles Somos y constituir una veeduría ciudadana que siga todos los trabajos de la ciudad para evitar la cantidad de elefantes blancos que manchan nuestras hojas de vida como gobernantes y ciudadanos de Cartagena de Indias.

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