La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) llamó este viernes a votar masivamente en los comicios de noviembre por el candidato a la presidencia que respete la Constitución, no sea corrupto, ni intolerante y vele por el bien del pueblo “por encima de intereses” partidarios.
El llamamiento fue incluido en una carta firmada por 10 obispos de la Conferencia Episcopal, en representación de más de 500 sacerdotes del país, de cara a las elecciones del 6 de noviembre, en las que el presidente Daniel Ortega busca la reelección frente a cuatro grupos de oposición.
“Que nuestro voto sea por un candidato que respete la Constitución Política del país y sus instituciones democráticas, que sepa gestionar con responsabilidad las relaciones internacionales (...) y que no tenga un historial de corrupción”, exhortaron los firmantes de la misiva.
Los prelados llamaron a votar por una “Nicaragua democrática y pluralista”, con equilibrio entre los “poderes para evitar caer en la tentadora y peligrosa forma de ejercer el poder de modo absoluto”.
Aunque no menciona a ningún candidato, la carta está llena de alusiones al presidente Daniel Ortega, que busca su reelección y a quien la oposición acusa de haber violentado la Constitución para poder postularse nuevamente y de ejercer un férreo control sobre todo el aparato del Estado.
En el documento, los obispos instaron también a votar por el candidato que promueva la justicia social, el “trabajo digno” y no favorezca el aborto, la eutanasia, ni el matrimonio gay.
Ortega lidera con un 45% las intenciones de voto, sobre un 33% de su principal rival, el opositor Fabio Gadea, mientras que el derechista Arnoldo Alemán, quien busca retornar al poder pese a la corrupción que rodeó su primer mandato (1997-2002), no supera el 10%.
La carta fue leída en una rueda de prensa por el secretario del CEN, René Sandigo, en compañía del presidente del organismo y obispo de Managua, Leopoldo Brenes.
Los obispos, quienes han mantenido una posición crítica hacia el gobierno de Ortega, consideraron que es su “deber” motivar a los electores a la “reflexión” sobre su futuro antes de los comicios.
Los sacerdotes “no podemos quedarnos al margen de la historia en la búsqueda de una sociedad más justa (...) aun a sabiendas de que corre el riesgo de ser mal interpretada, criticada, intimidada y hasta reprimida” por “quienes se sienten cuestionados” por la Iglesia, señalaron.
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