La nueva presidenta del Congreso peruano dijo que colaborará “en todo lo que sea necesario” con la Fiscalía que investiga al mandatario Pedro Castillo por presunta corrupción, luego que el último año el Legislativo intentó remover dos veces al mandatario. Lea: Fiscalía de Perú abre cuarta investigación contra presidente Castillo
Lady Camones, congresista del partido Alianza para el Progreso, dijo que asumió la presidencia legislativa “consciente del momento crítico” que vive Perú luego que en la mañana la Fiscal General Patricia Benavides anunció que el exsecretario presidencial Bruno Pacheco se había entregado el sábado a la policía y estaba siendo interrogado por los fiscales.
Pacheco estaba prófugo desde abril. La justicia había ordenado cárcel por dos años contra él mientras era investigado por la fiscalía por presuntamente integrar una presunta red criminal liderada por el presidente Castillo que recibía dinero de las licitaciones de las obras públicas.
Camones dijo que su compromiso anticorrupción es “caiga quien caiga”. No obstante, llegó a la presidencia del Legislativo con apoyo de Fuerza Popular que colocó a una de sus legisladoras como vicepresidenta. La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, está acusada de lavar dinero de la constructora Odebrecht y de peruanos poderosos para sus campañas presidenciales de 2011 y 2016. Siga leyendo: Vicepresidenta de Perú insinúa que asumiría Presidencia si sale Castillo
La nueva mesa directiva decidirá si impulsa un nuevo pedido de vacancia anunciado la semana pasada por un legislador del partido derechista Renovación Popular. El último año el Parlamento intentó destituir a Castillo por presunta incapacidad moral, pero no alcanzó los 87 votos necesarios.
El parlamento es más impopular incluso que el mandatario Pedro Castillo. Los expertos consideran que su capacidad de representación es casi nula y la calidad de los legisladores de todos los espectros políticos es muy baja. Según una encuesta nacional de junio del Instituto de Estudios Peruanos, el Congreso tenía una impopularidad de 85%, apenas 12% lo aprueban y 3% son indecisos.
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