El profesor del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, Garry Nolan, hizo unas polémicas declaraciones sobre los extraterrestres durante la conferencia Salt iConnections celebrada en Manhattan, Nueva York, la semana pasada.
Nolan que ha realizado trabajos de consultoría para la comunidad de inteligencia y contratistas de defensa- afirma que cree que los extraterrestres no sólo han visitado la Tierra, sino que probablemente llevan aquí miles de años. Lea aquí: Famosa actriz colombiana dice que conoció a los extraterrestres
Las afirmaciones las hizo durante un foro mundial de liderazgo y creación de redes celebrado en Nueva York durante una sesión titulada: “El Pentágono, la inteligencia extraterrestre y los ovnis estrellados”. Garry avaló la presencia de ETs en el planeta Tierra. Cuando se le preguntó si creía que la inteligencia extraterrestre ya habría visitado la Tierra, afirmó que la respuesta va más allá.
En declaraciones realizadas en SALT iConnection 2023 -una conferencia que reúne a inversores, empresarios y responsables políticos-, Nolan afirmó que creía que la inteligencia extraterrestre no sólo había visitado el planeta Tierra, sino que “se puede ir un paso más allá, no sólo lo ha visitado, sino que lleva aquí mucho tiempo, y sigue aquí”.
Ovnis moviéndose cerca a la Tierra
Además, Nolan también habló de otras pruebas que hacen creer en sus afirmaciones. “Sólo hay que ver lo que está haciendo el Gobierno en este tema ahora mismo. ¿En qué basan sus opiniones? Se basan en las docenas de personas que, de un modo u otro, han hablado con ellos sobre estos asuntos clasificados”, declaró.
Él pasó los últimos años analizando información gubernamental sobre supuestos casos de fenómenos aéreos no identificados (UAP), nombre con el que el Pentágono conoce a los ovnis.
Nolan afirmó que las personas que dicen haber tenido encuentros con extraterrestres han presentado daños graves en su cuerpo.
“La verdad está en la ciencia”, señala el investigador, quien fue contactado por la CIA para analizar los casos desclasificados, los cuales fueron punto de investigación por parte del gobierno de Estados Unidos en los últimos años.
Nolan mencionó en concreto la señal “¡Wow!”, una señal increíblemente fuerte que el radiotelescopio Big Ear de la Universidad Estatal de Ohio detectó en 1977; duró aproximadamente un minuto, y parecía originarse en algún lugar en dirección a Sagitario. En aquel momento, se consideró la primera prueba de vida extraterrestre, pero los científicos han publicado trabajos en los que afirman que la señal podría haberse originado en realidad en un cometa.
Revolución tecnológica
Aún así, Nolan afirmó que la gente sigue experimentando la señal Wow! de forma habitual como una forma de comunicación extraterrestre; incluso el entrevistador en el escenario señaló que era una afirmación fantástica que al público le podría resultar “difícil de creer”. Cuando se le preguntó por la probabilidad de que los extraterrestres ya hubieran visitado la Tierra, Nolan respondió sin dudarlo “100 %”.
Citó el aumento de la atención gubernamental sobre la cuestión de los ovnis, incluida la creación de la Oficina de Resolución de Anomalías para investigar los avistamientos de lo que el gobierno estadounidense denomina ahora Fenómenos Aéreos No Identificados, o FANI.
La idea de que el Ejército, las agencias de inteligencia y los contratistas de Defensa estadounidenses divulguen secretos clasificados sobre ovnis que podrían provocar una revolución tecnológica no es nada nuevo. Lea aquí: Hoy habrá invasión alienígena: delirante teoría de “viajero en el tiempo”
Nolan dijo en el foro Connection que creía que las inteligencias alienígenas están utilizando drones e IA para observar a la humanidad, y mencionó que los objetos, vistos por múltiples tipos de sensores, incluidos el radar y la cámara de infrarrojos, van desde “15 metros sobre el agua hasta 24 kilómetros y vuelven en menos de un segundo”.
Hay que dejar claro que Nolan no es sólo un tipo que trabaja en Stanford, es un académico condecorado. Es doctor en genética, ha publicado más de 300 artículos de investigación y es titular de 40 patentes. Además de su labor académica, ha fundado ocho empresas de biotecnología y ha sido distinguido como uno de los 25 mejores inventores de Stanford.
