El domingo 23 de julio, Gustavo Petro, presidente de Colombia, nombró a Salvatore Mancuso, exlíder paramilitar detenido en EE. UU., como ‘gestor de paz’ para “terminar” el proceso de paz iniciado por Álvaro Uribe. Lea: Duro enfrentamiento entre el presidente del Senado y el ministro del Interior
El anuncio generó reacciones políticas encontradas; algunos críticos lo cuestionaron, otros lo aplaudieron para conocer la verdad de la violencia. Hernán Cadavid del Centro Democrático destacó que exparamilitares extraditados también deberían ser considerados. Paola Holguín, senadora de oposición, criticó centrarse en un proceso en curso en lugar de la política de paz total. Wilson Arias defendió la medida y esperaba revelaciones de Mancuso. Ariel Ávila opinó que la decisión provocó protestas de la derecha, aún esperando detalles sobre la paraeconomía.