Aunque la atención de las entidades salud a nivel mundial está centrada en la promoción de las medidas de bioseguridad para evitar el contagio de COVID, hay cuidados igual de importantes que no se deben dejar de lado para prevenir o disminuir los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, también conocidas como enfermedades crónicas, como las cardiopatías, cáncer, neumopatías y diabetes, entre otras.
Claudia Vásquez Cabeza, líder del programa vida saludable y condiciones crónicas no transmisibles del Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS), explica que “las enfermedades crónicas son procesos patológicos de evolución prolongada, que no resuelven espontáneamente y rara vez alcanzan una cura completa”.
La funcionaria destaca que tienen varias causas con un desarrollo poco predecible, múltiples factores de riesgo y no son contagiosas.
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud, la enfermedades no transmisibles son la primera causa de muerte e incapacidad en el mundo, con más de 40 millones de víctimas fatales anuales que representan el 71 % de los fallecimientos. Se estima que en América son 5,5 los ciudadanos que mueren a causa de enfermedades crónicas.
Según cifras del DANE, en Cartagena la tasa de mortalidad prematura (de 30 a 70 años) por enfermedades del sistema circulatorio es de 68,91 por cada 100.000 mil habitantes y la del cáncer pediátrico es de 1,63 por cada 100.000 habitantes, a corte del 31 de julio de este año. En el caso del cáncer de mama, el promedio es de 15,92 por cada 100.000 mujeres, a corte del 31 de octubre pasado.
Además de los perjuicios que causan a quienes padecen este tipo de patologías también provocan una gran carga económica para las naciones, por los recursos que los gobiernos deben destinar para el tratamiento de los afectados, y social por la incapacidad de los mismos.
El estilo de vida es esencial
Los factores determinantes en el origen y evolución de las enfermedades no transmisibles están asociados a estilos de vida, hábitos y costumbres como el sedentarismo, dietas inadecuadas, estrés, tabaquismo, consumo de alcohol y drogas.
“La prevención de las enfermedades crónicas está enfocada a la practica de un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, sana y saludable con alimentos ricos en fibras vitaminas y minerales”, comenta Vásquez y añade que la actividad física prescrita por un profesional médico también es importante.
Acuda a los controles médicos
Aquellos que presenten alteraciones de salud deben acudir al médico, quien realizará una historia clínica completa, en la que se le preguntará al paciente por sus antecedentes y factores de riesgo, además de una evaluación clínica. Este proceso se desarrolla en las consultas de la ruta de adultez y vejez por lo que es importante que los ciudadanos acudan a los controles para identificar este tipo de patologías a tiempo.
“Si el médico considera que la persona es candidata de padecer una enfermedad crónica no transmisible le ordenará una serie de exámenes de laboratorio y estudios como el monitoreo manual de la tensión arterial, perfil lipídico, perfil hepático, glucosa en suero, entre otros que guiarán el diagnostico”, puntualiza la líder de programa vida saludable y condiciones crónicas no transmisibles del DADIS.
El DADIS señala cuatro puntos claves para prevenir enfermedades crónicas:
- Practicar un estilo de vida saludable que incluya el consumo de una alimentación balanceada, alta en frutas, verduras y fibra.
- Realizar actividad física, preferiblemente prescrita por el medico.
- Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco.
- Reducir el consumo de sal.