Cámara de Comercio de Cartagena: Apuesta por crecimiento inclusivo y sostenible

Se viven tiempos de grandes transformaciones que marcarán la agenda mundial en este siglo, Cartagena debe encaminarse hacia esas nuevas realidades económicas y sociales.

Aunque la pandemia del Covid-19 parece estar todavía lejos de terminar, hoy son muchas las lecciones aprendidas, en especial de los momentos más difíciles de los confinamientos. Aprendizajes que llegan para reforzar nuevas agendas que desde hace algunos años se empezaban a mover en el mundo por cuenta de problemáticas como el cambio climático o la necesidad urgente de ofrecer mejores condiciones de vida para todos los habitantes de la Tierra.

La mayoría de estos deseos fueron agrupados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU en 2015, no obstante, las metas propuestas por las naciones para el año 2030 están todavía lejos de cumplirse, en especial por el retroceso económico social que trajo la pandemia.

Todo esto hace necesario que los sistemas productivos y sociales del planeta se planteen cambios y se enruten hacia un crecimiento inclusivo y sostenible, que pueda garantizar el menor impacto posible en el medio ambiente, para de esa manera asegurar la presencia de la especie humana en el planeta por muchos más siglos y al mismo tiempo, brindar condiciones más equitativas de vida para todas las sociedades. Cartagena no es ajena a estas realidades y es por eso que, desde la Cámara de Comercio, organización que agrupa prácticamente a todo el sector productivo de la ciudad, se han trazado las líneas hacia las que se debe dirigir el desarrollo de La Heroica, por lo menos por las próximas décadas.

En este sentido, a través de la estrategia “Jóvenes Protagonistas del Cambio”, y a diversos programas empresariales, la Cámara y sus aliados, han sensibilizado y brindado espacios de reflexión sobre el cumplimiento de los ODS.

Cartagena, con más de un millón de habitantes, con una vocación industrial alta y con la necesidad de desarrollar alternativas que puedan aportar a solventar problemas como la pobreza, el desempleo y la desigualdad, requiere optar por la transición energética.

De la mano de la Cámara, la ciudad ha empezado a dar pasos hacia este propósito y por eso participa en un programa liderado por la Dirección de Cambio Climático que apoya y acompaña diferentes proyectos de Distritos Térmicos en la ciudad como una solución de desarrollo urbano sostenible.

“Una transición energética justa e inclusiva implica que ningún territorio del país se quede por fuera de este modelo, preparar el talento humano en las competencias verdes que se necesitarán en el marco del proceso de transición energética y promover la equidad laboral en los nuevos empleos que se generen”, dice Juan Pablo Vélez, presidente ejecutivo de la entidad cameral.

Otro esfuerzo está en el Clúster de Energías Renovables Caribe, que tiene como objetivo definir una hoja de ruta en esta materia y posicionar a la zona norte de Colombia como pionera de las energías renovables en el país, además del desarrollo del Clúster de Energía de Bolívar, con foco en oil & gas, hacia la transición energética.

Se destaca también el apoyo a proyectos como PlastiTÓN, iniciativa liderada por Esenttia, a través del cual se promueve el reciclaje de plástico posconsumo en empresas del Clúster Petroquímico-Plástico.

En materia de conservación ambiental se encuentra el macroproyecto del Canal del Dique, del cual la Cámara de Comercio preside la Secretaría de la Mesa Técnica buscando regular el ingreso de caudales a esta arteria fluvial artificial y mejorar su navegabilidad, conservar los ecosistemas degradados, mitigar riesgos de inundaciones y garantizar el suministro de agua dulce. Esta obra de ingeniería es uno de los proyectos ambientales y de conectividad más relevante del país, además, que enruta la ciudad hacia un desarrollo más sostenible.

En la misma senda, con el convencimiento de que la recuperación de la biodiversidad no impacta solo a especies de animales o plantas, sino que revierte en tener comunidades con más oportunidades y fortalezas, la Cámara ha apostado por otra iniciativa denominada Bosques de Paz, proyecto que busca restaurar, desde lo ambiental, lo social y lo económico, una zona importante para la ciudad: el cerro de La Popa.

Sin duda la pandemia provocó un gran remezón a la vida de casi todos los habitantes del planeta, pero antes que sugerir cambios a los modelos sociales y de producción, aceleró los cambios o las tendencias que ya se venían presentando. Esta ruta que propone la Cámara de Comercio requiere de grandes compromisos tanto del sector productivo, como de los gobiernos locales, nacionales, de organismos multilaterales y de la academia, pero también de cada uno de los ciudadanos. La inclusión social y la sostenibilidad serán en el futuro sinónimos de competitividad y productividad.

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