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En el barrio Chile se quejan por vendedores “ruidosos”

Los habitantes de ese barrio dicen que el uso de megáfonos, por parte de algunos vendedores, interrumpe las clases virtuales y las jornadas de teletrabajo.

“Llevo la el plátano, la yuca, el aguacate”, “compro chatarra, artículos viejos”, son algunas de las frases que se escuchan diariamente en algunos barrios de Cartagena con el paso de vendedores ambulantes, sin embargo, lo que antes parecía algo cotidiano y normal, para algunos se ha convertido en una molestia.

En algunos sectores de la ciudad, estudiantes y trabajadores que se vieron obligados a adoptar el modelo de educación virtual y trabajo a distancia por la pandemia del coronavirus, aseguran que el ruido de los parlantes que usan algunos vendedores ambulantes interrumpe sus actividades virtuales diarias.

En el barrio Chile, por ejemplo, los vecinos dicen estar cansados de la bulla que hacen los vendedores de aguacates, verduras, helados, entre otros productos, que pasan por el barrio durante todo el día usando parlantes con un volumen alto para promocionar sus artículos.

Para ponerle fin a esa incomodidad, los residentes las manzanas 31,32 y 33 de ese barrio colgaron carteles, en donde le indican a los vendedores que está prohibido el uso de megáfonos y quienes sean sorprendidos usándolos se le prohibirá el ingreso al sector. No obstante, alegan los vecinos que muchos hacen caso omiso a sus advertencias.

“Los vendedores ambulantes ahora pasan a vender con megáfonos, vienen desde las 6 de la mañana con esa bulla, aquí ya no hay tranquilidad y en esta calle hay gente ocupada, hay enfermos, personas que ahora con la pandemia les toca trabaja y estudiar en casa , les pedimos que le bajen y parece que de maldad lo hicieran más duro, ya no sabemos que más hacer y uno no sabe donde ir para que ellos cumplan”, dijo Edelmira Romero, residente del sector.

En el barrio Chile se quejan por vendedores “ruidosos”

Acudirán a las autoridades

Rafael Maza, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Chile, asegura que esta situación no solo afecta la tranquilidad de los vecinos, sino que además se ha convertido en un problema de contaminación auditiva, por lo cual aseguró que de ser necesario acudirán a las autoridades como el Establecimiento Público Ambiental (EPA) o tramitarán en el Distrito un permiso para cerrar la calle.

“Como comunidad teníamos que tomar esta decisión y por eso instalamos los carteles. No les estamos impidiendo que vendan, solo que no utilicen el megáfono, pero ellos siguen porque dicen que tienen derecho a trabajar, pero nosotros también tenemos derecho como habitantes y moradores de barrio, y la verdad es que nos están perjudicando. En estos momentos vamos a buscar la manera de cerrar porque tenemos que protegernos y estamos haciendo nuestra labor, ya que el EPA no ha llegado y tomado una decisión. De ser necesario pediremos el permiso, queremos que el Distrito se pronuncie y busquemos una solución, pero no hemos tenido nada”.

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