Como un jardín de rosas blancas, así lucía el lugar en el que el salsero Marc Anthony, de 54 años, y la modelo Nadia Ferreira, de 23 años, dieron el “sí” en el altar. Lea aquí: Marc Anthony y Nadia Ferreira dieron el “sí” en Miami: así fue la boda
La boda fue sobria y entretenida, e incluyó muestras de la gastronomía, la música y la cultura paraguaya, de acuerdo con lo revelado por el cónsul de Paraguay en Miami, Justo Apodaca, quien fue uno de los invitados de la celebración en esa ciudad estadounidense.
El diplomático le confirmó a Telefuturo que asistieron personalidades como el exfutbolista David Beckham (que fue el padrino de los novios), el empresario mexicano Carlos Slim y los actores Salma Hayek y Vin Diesel. Lea también: Marc Anthony y Nadia Ferreira adelantarían su boda por embarazo
También se encontraban entre los invitados el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y el de República Dominicana, Luis Abinader.
El cónsul describió como “radiante”, “emocionada” y poseedora de una “belleza única” a la novia. Cabe resaltar que Ferreira representó a Paraguay en Miss Universe 2021 y quedó como primera finalista. Le puede interesar: ¿Se acabó el idilio? Ben Affleck se fue de la casa tras crisis con JLo
Sobre el artista neoyorquino de padres puertorriqueños, dijo haberlo visto “bastante emocionado” y que, incluso, “se quebró al momento de la entrada de ella a la ceremonia”.
El enlace, que tuvo lugar en el Museo de Arte Pérez, fue presidido por el alcalde de Miami, Francis X. Suárez, y contó con un sacerdote que bendijo los anillos de los novios. Siga leyendo: Marc Anthony le habría regalado un lujoso yate a su novia
Entre otros, el cónsul reveló que el menú ofrecido a los invitados incluyó platos de la gastronomía paraguaya, como la chipa guazú (una especie de torta elaborada a base de maíz), empanadas y croquetas.
Los asistentes, a quienes se le sugirió ingresar a la boda sin sus celulares, se deleitaron, además, con los acordes de polcas y guaranias interpretadas por cuatro arpistas paraguayos residentes en Las Vegas, Nueva York y Miami.
“Fue algo lindo, pero no exagerado como cualquiera pudiera pensar; nada extravagante, nada muy traído de alguna fantasía o una película de demasiada ficción, pero sí mucho glamour”, rememoró.
