Llegar a Cartagena, más exactamente al Concurso Nacional de Belleza, ha sido desde siempre el sueño de muchas jovencitas en Colombia. Se trata de una distinción que les confiere cierta ventaja con respecto a lo que tienen planeado en su proyecto de vida.
A partir de allí, la elegida tiene lo que se dice “puertas abiertas”, e incluso muchas veces esa ventura se extiende a quienes simplemente participaron en el certamen, por lo que a lo largo de los años ha sido una gran vitrina.
También está el simple deseo de ser reina, porque en la familia algunas de sus integrantes representaron su departamento en décadas pasadas y cada niña que nace queda signada para hacer parte de ese ramillete.
En el caso de Eileen Roca Torralvo aplica medianamente la insistencia familiar, y no porque hubo reinas antecediéndola en casa, sino porque su mamá y tías, veían en ella todas las posibilidades para llevarle al Cesar la segunda y hasta ahora última corona de Señorita Colombia.
Eileen Roca
Corría 2006 y Eileen adelantaba sus estudios de periodismo en Nueva York, sin embargo, un día recibió la llamada de su mamá quien le indicaba que estaban abiertas las convocatorias para representar el Departamento, y aunque en principio no lo encontró viable, no tardó en llegar la persuasión, indicándole que nada perdía con intentar.
Al no tener contemplada una participación en reinados, su horizonte se encaminaba a una reportera de guerra, y de no darse esa oportunidad, sabía que podía desempeñarse en la presentación, algo que finalmente ha destacado en su faceta profesional. (Lea aquí: Eileen Roca y su historia como mamá)
Eileen tampoco se sentía ganadora, al llegar encontró las “favoritas”, situación que se desvirtuó totalmente tras el desfile en traje de baño, cuando ella empezó a subir el puntaje y los comentarios de los llamados “reinólogos” se dirigieron a su desempeño, que en buena medida estuvo acompañado de una actitud tranquila, por cuanto deseaba gozarse el evento, al tiempo que trabajaba por hacer un buen papel.
Hoy advierte que al saber que no figuraba en el ramillete escogido previamente por el personal cercano al certamen y el público, psicológicamente se programó para disfrutarlo, de otra parte no existían las redes sociales y la inmediatez de los comentarios, entonces nada la afectó.
La noche de elección y coronación simplemente dejó que la energía fluyera y cuando entró en el grupo de diez finalistas sintió el alivio que se siente al haber cumplido, ratificándolo con su ingreso al reducido y especial grupo de las cinco.
Un instante especial lo vivió al lado de su compañera Ana Milena Lamus, quien representó a La Guajira y le decía en los eternos segundos que anteceden al veredicto que era ella la nueva dueña de la corona, nunca se lo creyó por tanto la emoción ante el resultado fue indescriptible.
Antes y después
Han pasado 16 años desde su elección y coronación como Señorita Colombia, y Eileen revive el instante agregando que a partir de allí su vida se dividió en un antes y un después, volvió a Nueva York pero a adelantar los trámites de traslado para la Universidad de la Sabana en Bogotá.
Fue un año de trabajo intenso que requiere el reinado, en contacto con los programas que la Señorita Colombia colabora y la preparación para Miss Universo. A partir de allí también llovieron campañas publicitarias y contratos en televisión, muchas razones que la anclaron en el país por un tiempo.
La presencia en televisión no tardó en detectar su talento actoral, llevándola al llamativo papel de “La Nena” en la producción “Oye Bonita”, despertando su interés, lo que determinó su regreso a Nueva York para prepararse más a fondo en actuación para cine.
De no haberse dado este cambio no planeado, Eileen estaría igualmente involucrada de lleno en la televisión, pudo ser reportera o presentadora, lo que ahora desempeña con éxito en varios frentes sin dejar de lado su faceta de actriz.
El Concurso Nacional de Belleza es una especie de lazo familiar que se mantiene en el tiempo y con la experiencia adquirida, fue por un tiempo preparadora de reinas en Bogotá, aunque una vez contrajo matrimonio y se convirtió en madre, ha tomado distancia física, pero aclara que lo lleva en el corazón.
La agenda actual
Tras su boda con Juan Pablo Silva y la llegada de Valentina hace 4 años, las prioridades de la ex reina han cambiado, mantiene residencia compartida entre Colombia y Estados Unidos, con un trabajo ligado a estos dos países.
Siempre tiene entrevistas, castings, eventos, alfombras rojas, con nominaciones, y actualmente graba el Podcast Pa’lante por Univisión Boston con cuatro grabaciones al mes. Precisamente ese proyecto le resulta interesante y divertido, toda vez que la irreverencia prima en la entrevista con preguntas un tanto “picantes” a los invitados, que si bien hablan de sus vivencias, también se adentran en interrogantes más personales.
De otra parte, participar en “Sin senos no hay paraíso”, “El cartel de los sapos” y la película “Millonario sin amor”, rodada para una plataforma, han sido en buena medida un apoyo a la visibilidad que requiere en Estados Unidos y gracias a ello ha estado en varios castings.
En su faceta de madre, se siente totalmente realizada con Valentina, quien a su corta edad ya es Youtuber con un canal donde se comparte su crecimiento y aprendizaje, lo mismo que actividades cotidianas, logrando seguidores atraídos por su contenido.
Con respecto a su niña y los reinados, no descarta apoyarla si en un futuro decide participar, tiene la mejor experiencia y siempre los ha visto como una buena pasarela de aprendizaje, donde se pierden los temores y se gana mucha seguridad.
Enfocada en hacer su propia marca, Eileen Roca Torralvo continúa al frente de las campañas que adelanta en redes, proponiendo en su programa y compaginando su vida en dos países porque quiere mantener vigencia en Colombia donde surgen los llamados a producciones de televisión.
