Es común pensar que las emociones dependen, exclusivamente, de factores externos: somos felices cuando hacemos lo que nos gusta y tristes al afrontar experiencias desagradables. Incluso, hay quienes culpan a otros por cómo se sienten en ciertas situaciones.
La realidad es que, aunque sí están relacionadas con los estímulos de afuera, las emociones son el resultado de un proceso químico cerebral; es posible intervenir para mejorarlo y afrontar mejor las experiencias negativas, lo que favorece nuestro bienestar integral.
Los verdaderos responsables de nuestras emociones son los neurotransmisores, que son “sustancias producidas por una célula nerviosa, capaz de alterar el funcionamiento de otra célula, de manera breve o durable”, explica el neurocirujano Rafael Almeida.
Estas sustancias, también conocidas como neurohormonas se liberan de acuerdo con las circunstancias y al patrón de conducta, asociado a nuestro carácter y personalidad. Es por ello que no todos reaccionamos igual ante la pérdida de un familiar, por ejemplo.
Sumaya Palomino, sicóloga clínica cognitivo conductual, explica que “los principales neurotransmisores que regulan las emociones son: dopamina, endorfina, serotonina y oxitocina. Al estimularlos y equilibrarlos, prevenimos trastornos emocionales como la depresión y la ansiedad”.
Ciertas actividades promueven la liberación de estas neurohormonas y las mantienen niveles óptimos, contribuyendo a percibir de mejor manera aquello que nos pasa a diario.
“Estas actividades deben ser parte de los hábitos cotidianos, para estimular esas hormonas, que nuestras emociones sean más tranquilas y estemos dispuestos a solucionar de frente a la adversidad”, anota Palomino. Le puede interesar: Lo que le pasa al cerebro cuando recibe tratamiento para la depresión.
Ojo con los medicamentos
Hay medicamentos que contribuyen a controlar trastornos como la ansiedad y la depresión, actuando sobre los neurotransmisores, pues “inhiben la recaptación normal de estas sustancias, permitiendo que la activación y los mecanismos benéficos de los mismos perdure por más tiempo”, señala el doctor Almeida.
Es importante que las medicinas con esta indicación no se ingieran si no están formuladas por un especialista, ya que pueden tener reacciones adversas si se combinan con otras drogas o alcohol, además “pueden resultar perjudiciales para quienes tienen intento de suicidio, alteraciones renales o hepáticas”, explica Rafael Almeida.
Esos fármacos, recetados por siquiatras, están indicados para “los estados de tristeza profunda, angustia, preocupación extrema, ataques de pánicos, entre otros; de la mano de sicología clínica, contribuyen a que el paciente sea funcional”, puntualiza Sumaya Palomino. Pude leer: Ser infeliz y solitario envejece más que el tabaco, según estudio.
- Tomar el sol.
- Acariciar o interactuar con mascotas.
- Dormir bien.
- Dar un abrazo.
- Escuchar música alegre.
- Ejercicio físico.
- Orar o meditar.
- No postergar las tareas pendientes.
- Comer un dulce.
- Actos de servicio.
