El aspecto económico es uno de los factores esenciales al decidir qué estudiar y dónde. Para el caso de la formación posgradual, la financiación debería causar menos ‘dolores de cabeza’ que el pregrado, pues se supone que los profesionales tienen empleo y un historial crediticio que facilite el desembolso de un crédito o, en el mejor de los casos, cuentan con ahorros.
Sin embargo, en América Latina y el Caribe, factores como las altas tasas de desempleo, el subempleo y las desigualdades económicas continúan siendo barreras para acceder a este tipo de formación, pues la financiación estatal para la formación posgradual es menor y para las universidades, tanto públicas como privadas, el departamento de posgrados es un elemento vital de su portafolio de negocio.
“Las matrículas (de la educación superior) aún se concentran en los estratos sociales más pudientes de la sociedad. Entre 2000 y 2018, el porcentaje de crecimiento de la tasa bruta de matrícula entre los más pobres de la región fue del 5%; y entre los más pudientes fue del 22%, acentuándose los escenarios de exclusión con la pandemia de COVID-19”, indica la Unesco.
En Colombia, el rango de la matrícula en posgrados de las universidades es bastante amplio: de entre $ 7 millones y $ 55 millones por semestre o ciclo académico; esto sin tener en cuenta ciertos programas de universidades con alto reconocimiento que superan este tope. Lea también: Aliste su presupuesto si planea cursar un posgrado.
Con este escenario, es indispensable acudir a alternativas que faciliten costear los estudios de posgrados. El Universal le presenta algunas opciones.
Créditos bancarios
Aunque bien podría disponer de un crédito de libre inversión para costear su matrícula de posgrado, diversas entidades bancarias ofrecen líneas de créditos especiales para educación, con tasas de intereses más bajas y menos requisitos para el desembolso.
Una gran ventaja es que la mayoría de los bancos le permiten escoger diferir el crédito a corto plazo, por el tiempo que dura el periodo de estudio a financiar (un semestre, por ejemplo) o largo plazo, por el tiempo total que dure el posgrado. Con la primera opción, que deberá escoger solo si sus ingresos mensuales le permitan cubrir la cuota, se ahorrará intereses y evitará inconvenientes si es que debe pausar o suspender sus estudios.
“Entre las instituciones que ofrecen este tipo de financiación en Colombia, se destacan bancos como Bancolombia, Davivienda, Bogotá, BBVA, Itaú, Pichincha, Bancamía, Bancoomeva, Serfinanza y Cooperativo Coopcentral. Así mismo, el Icetex, una entidad del Estado tiene diversas líneas de crédito con beneficios especiales para población vulnerable, de ingresos bajos y medios”, indica la Cartilla del Crédito Educativo de Asobancaria.
Unesco
Becas
La oferta de subvenciones para la formación posgradual es más limitada en comparación con las carreras de pregrado, que cuentan con incentivos para los mejores estudiantes o con desempeño destacado en las pruebas de Estado.
Es por ello que conseguir una beca de posgrado en el país, en el área del conocimiento que le conviene, es complejo. Es más nutrida la oferta de ayudas económicas para estudiar en el exterior y muchas de esas convocatorias son publicadas periódicamente en la página web del Icetex.
Para tener en cuenta: no todas cubren el 100% de la matrícula, debe tener un presupuesto para los gastos de sostenimiento y por lo general, exigen certificaciones en el dominio de inglés. Le puede interesar: ¿Quiere estudiar un posgrado en el exterior? Postúlese a estas becas.
Si es empleado, debe saber que algunas empresas ofrecen respaldo económico a sus colaboradores interesados en ampliar su formación, por lo que no está de más que consulte en la oficina de Recursos Humanos si le ofrecen este beneficio.
Beneficios como egresado
Estar atento a la oferta académica en posgrados de la universidad donde egresó como profesional, le puede ayudar a pagar menos en la matrícula semestral (por lo general, el ahorro es del 10 %). Por lo que su alma mater deber ser la primera opción en la lista de instituciones a tener en cuenta para especializarse, cursar una maestría o doctorado. Algunas universidades también ofrecen descuentos a grupos de profesionales que acuerden matricularse en determinado programa.
Vale la pena destacar que las mismas instituciones de educación superior cuentan con alternativas de financiación si es que no logra obtener el crédito bancario.
Convenios
Otra forma de obtener descuentos es a través de las alianzas de universidades con empresas, fondos sociales, cooperativas, asociaciones y gremios a los que esté afiliado o de los que sea beneficiario. La reducción del valor mediante estos convenios no suele superar el 15% por semestre, pero es un valor significativo, teniendo en cuenta que los costos de las matrículas son millonarios.
Antes de aplicar a este beneficio, revise si es acumulable con otros descuentos y en caso de que no lo sea, opte por el que mayor porcentaje de rebaja le ofrezca.
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