<img src="https://sb.scorecardresearch.com/p?c1=2&amp;c2=31822668&amp;cv=2.0&amp;cj=1">

Arreglo de embarcaciones, una cuestión de seguridad

El interés primordial de quienes participan en el comercio marítimo es la protección de su tripulación en alta mar por lo que deben cumplir ciertos estándares para garantizarla.

Quienes se dedican a navegar saben que deben mantener sus embarcaciones intactas, calibradas y funcionando. Un bote en buen estado garantiza “la seguridad de la tripulación y de la carga en el mar. Es igual que como ocurre en los aviones. Debe hacerse una revisión muy juiciosa del barco para comprobar que ni las personas ni los objetos corran peligro”; así lo explica Jaime Sánchez Piedrahíta, vicepresidente de Astivik.

Así como los autos deben realizarse una revisión técnico-mecánica, los buques, barcazas, yates y demás también deben cerciorarse de que todo esté en su lugar cada dos años y medio y cada cinco años. Algunas de las partes que se revisan en el proceso, de acuerdo con Sánchez, son “el casco, toma de luces, la línea de eje, la pintura y el sistema de protección catódica. Cada astillero cuenta con servicios certificados para cumplir el plan de mantenimiento preventivo y correctivo de las embarcaciones”.

Si bien los estándares de calidad varían entre un establecimiento y otro, todos los astilleros están sometidos al mismo régimen de peritazgo que se asegura de que cumplan con unos requerimientos internacionales mínimos. Además de eso, existen casas clasificadoras que se encargan de garantizar y expedir los certificados de los trabajos de mantenimiento de algunos de los 20 astilleros que están registrados en Colombia.

Variedad en la oferta

Los interesados en conocer el tipo de servicios que ofrece un establecimiento pueden comprobar sus certificados y revisar los servicios que ofrecen en su respectivo sitio web. Dichos servicios pueden ir desde el reemplazo o reparación de partes y sistemas enteros hasta una limpieza profunda.

También es importante tener en cuenta que los astilleros estarán enfocados hacia diferentes tipos de embarcaciones. Unos se centrarán en los barcos para el transporte de pasajeros, otros en aquellos dedicados a llevar cantidades masivas de carga y otros a los botes destinados al ocio y el entretenimiento personal.

Competitividad
Aunque la calidad de los astilleros colombianos ha ganado reconocimiento mundial y venció el estigma del país como un lugar poco seguro para los negocios, el vicepresidente Sánchez opina que hay condiciones que lo ponen en desventaja frente a la competencia extranjera, ya que a la industria nacional se le aplican cargas tributarias altas y, bajo el sistema actual, es más fácil exportar mano de obra que atraer y fidelizar la clientela. “Es necesario que el Gobierno entienda la importancia del sector marítimo para la economía y el empleo”, afirma.

Más noticias